Más allá del ‘espectáculo’ del descenso fatal de una mujer en Reforma

"La insuficiente integración del individuo con la sociedad es el síntoma patológico de las sociedades modernas, que no han logrado recuperar, en las nuevas condiciones del sistema industrial, los valores de equilibrio de la sociedad pre-industrial"

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Prefirieron esperar para grabar el espectáculo de un vuelo suicida, en lugar de actuar para tratar de evitarlo. Síntoma inequívoco de la patología de nuestra sociedad del espectáculo.

Una mujer se suicidó al saltar desde el séptimo piso del hotel Holiday Inn, situado en la intersección de Paseo de la Reforma y la calle Nápoles, en la colonia Juárez de la alcaldía Cuauhtémoc, en el complejo comercial Reforma 222.

Varias personas fueron testigos del incidente, que ocurrió alrededor de las diez de la noche del 8 de junio, según los testimonios, la mujer pasó aproximadamente 30 minutos intentando romper el vidrio del hotel, y después de lograrlo, esperó «más de media hora» antes de saltar.

En su explicación sociológica del suicidio, Emile Durkheim plantea una linea argumental enumerada en primer lugar, por una situación patológica estructural desde el punto de vista social que influye en los individuos, generando corrientes sociales de desánimo, tristeza, de desorientación, debido a esa estructura social patológica, en la que los hechos sociales, externos y coercitivos, repercuten dramáticamente en las conciencias individuales, penetrando en ellas de manera tal que arrastran muchas veces a que los individuos tomen esa decisión última y fatal como es la del suicidio.

Durkheim tipifica tres tipos de suicidio: el altruista, el egoísta, el anómico.

El egoísta sería aquel tipo de suicidio motivado por un aislamiento demasiado grande del individuo con respecto a la sociedad. Es el suicidio de los marginados, de los solitarios, de los que no tienen lazos fuertes de solidaridad social.

El suicidio altruista correspondería al otro extremo; si el hombre se mata cuando está desligado de la sociedad, también lo hace cuando está demasiado y fuertemente ligado a ella.

El medio social en el que el suicidio altruista exista en estado crónico es el orden militar. Sin un alto nivel de integración de sus miembros, no existe ejército. De tal modo, cualquier obstáculo que corroa esa fuerte solidaridad puede transformarse para el individuo en un impulso suicida. El punto de partida empírico de Durkheim para la explicación del suicidio altruista es que en su tiempo las estadísticas europeas marcaban que la tasa de muertes voluntarias entre los militares era muy superior a la de la población civil.

Pero en realidad el tipo más significativo de suicidio es el suicidio anómico.

Anomia significa ausencia de normas. El suicida por anomia es aquel que no ha sabido aceptar los límites que la sociedad impone; aquel que aspira a más de lo que puede y cae, por lo tanto, en la frustración y en la desesperación.

En síntesis

En los tres casos es la relación entre el individuo y las normas lo que lo lleva al suicidio; se trata de fenómenos individuales que responden a causas sociales; a «corrientes suicidógenas» de distinto tipo que están presentes en la sociedad. Por ello, ese caso extremo, exasperado, de aparente individualismo que es el suicidio, puede ser tema de la sociología.

Dos años antes de la aparición de El suicidio Durkheim publica un libro en el que define a la sociología y a su objeto. Se trata de Las reglas del método sociológico, aparecido en 1895. El objeto de la sociología es el estudio de los hechos sociales; el método para estudiarlos es considerarlos como cosas. Sólo a partir de esto la sociología puede legítimamente ser considerada -según Durkheim- como una ciencia similar al resto de las ramas del conocimiento empírico. Un hecho social consiste en toda forma de obrar, de pensar y de sentir que ejerce sobre el individuo una presión exterior.

Es decir, los hechos sociales son anteriores y externos al individuo; lo obligan a actuar, lo coaccionan en determinada dirección. Se expresan en normas, en leyes, en instituciones que aseguran la tendencia a la buena integración del individuo con la sociedad. Sistema normativo, sistema de valores, sociedad, conciencia colectiva, hechos sociales, son términos distintos que aluden a un mismo concepto y acotan una misma problemática: la de la objetividad y exterioridad del mundo social, por encima de los individuos concretos.

Un mundo social que, al ser aceptado como dato, se transforma en un orden natural, sostenido sobre la normatividad establecida.

El sociólogo Durkheim relacionaba el suicidio con la anomía social e incluso definía a ciertas sociedades por su tendencia al suicidio como sociedades suicidógenas. El suicidio anómico es fruto de sociedades carentes de reglas o poseedoras de reglas contradictorias, sociedades carentes de dirección y generadoras de inseguridad por falta de valores. La carencia de identidad o alienación que vemos en las sociedades industrializadas fomenta la desconexión, el individualismo, el aislamiento y el suicidio. De nuevo la crisis de valores está detrás de otro grave problema social.

 

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