El ejército turco disparó contra los civiles en la ciudad kurda de Cizre, en el sur-este del país. En esta ciudad, las autoridades turcas están desarrollando una operación militar contra los partidarios del Partido de los Trabajadores del Kurdistán. La ciudad permanece sitiada y asediada, hace pocos días varios niños de 5 y 6 años fueron asesinados por fuego de mortero.
Amnistía Internacional ha condenado las acciones de Ankara. Por su parte el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, prometió el miércoles que el Gobierno no mantendrá contactos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) para intentar alcanzar un acuerdo de paz, recalcando que la política será “exterminar” a estas personas.
Revista Ágora de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid