Skid Row y los angeles caídos

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Calle de Skid Row, en Los Angeles, California.

Los Angeles es una reconocida capital de la industria audiovisual, de la creación de imaginarios colectivos a través de las pantallas del cine y de la televisión. Se reconstruyen en estos contenidos el concepto clásico del sueño americano, bienaventurada tierra de mejores oportunidades. Idea que es muy propia en el caso de California, cuyo flujo migratorio se intensificó gracias a la fiebre del oro a mediados del siglo XIX.

Los barrios de las estrellas de esta industria son las elegidas como las postales de una ciudad con un nombre de evocaciones divinas. Pero unas millas más hacia el este de Beverly Hills, en pleno centro (downtown) de Los Angeles, hay otro barrio donde la luz del sueño americano no alcanza a filtrarse para abrirnos los ojos ante esta calamidad.

Le llaman “Skid Row”, que podría castellanizarse como “barrio de vagos”, y cuyo término se aplica para describir un barrio conflictivo de una ciudad al ser frecuentado por personas muy pobres, alcohólicos y adictos.

Policía de Los Angeles mata a un vagabundo en pleno centro de la ciudad

Un nuevo video muestra de forma explícita el momento en que la policía de Los Angeles dispara a quemarropa a un vagabundo de Skid Row que se resistía a una aprehensión policial.

La grabación ha dado vuelta en redes sociales, siendo compartida miles de veces y alcanzando minutos al aire en los principales noticiarios del país. La opinión pública se mantiene alertada ante un posible nuevo caso de abuso policial, debido a los casos recientes de personas de color que fueron baleadas sin que ellas cargaran un arma. Sin embargo, esta triste historia no hace más que revelarnos una trama mucho más profunda, sobre las condiciones de vida de los ángeles caídos, de quienes vagan en las calles de Skid Row.

Un campamento de almas errantes

La calle San Pedro es la arteria neurálgica de este campamento flotante, de una ciudadela lena de carritos de supermercado y carpas que se arman al anochecer, y que por ordenanza de la ciudad deben estar retiradas a las 8 de la mañana. Según cifras oficiales, en Skid Row viven entre 3 mil a 6 mil indigentes. Los que tienen suerte aprovechan una cama de asociaciones de caridad, o poseen una carpa plástica que colocan en las aceras apegadas a los edificios. Otros se cubren con lo que encuentran.

La mayoría son personas que sufren adicción al alcohol y las drogas, además de una multitud de adultos que sufren problemas mentales. Muchos de ellos son ex veteranos de guerra que tienen síndrome de transtorno post-traumático. Con el colapso de las instituciones siquiátricas públicas durante la década de 1980, muchas de estas personas quedaron desamparadas y se instalaron en Skid Row.

“Africa” era uno de estos hombres. Se decía que su familia era africana y que habían intentado llevárselo de vuelta a su país de origen. Estaba hace unos meses viviendo en el barrio después de pasar años en una institución para pacientes mentales. Generalmente ayudaba a limpiar las calles en las mañanas (el olor a vómito es insoportable), pero una vez actuó con violencia frente a un transeúnte, según relata Andy Bales, presidente de Union Rescue Mission, entidad de beneficiencia religiosa que trabaja en el lugar.

Hoy “Africa” también tuvo un altercado, lo que llevó a un llamado a la policía de Los Angeles. Lo que pasó a continuación fue lo que vimos en el anterior video que se ha viralizado en redes sociales. Cinco agentes tratan de detenerlo, respondiendo con fuego letal a un intento de “Africa” de alcanzar el arma en el cinturón de un oficial, según la versión oficial de la policía. Tres efectivos le dispararon a quemarropa, y la luz de otro ser humano se extingue en la calle que lleva el nombre del apóstol que resguarda las puertas del firmamento.

El periódico español El País ya había publicado un reportaje al respecto con el poco apropiado titular de “Skid Row, el lado oscuro de Los Angeles”, que lamentablemente remite a la cantidad de afrodescendientes e hispanos que residen en este barrio. En el documental “Lost Angels: Skid Row es mi hogar”, la activista Mollie Lowery del centro comunitario LAMP, indica que la problemática de una sociedad que solía tratar a sus pacientes siquiátricos, pero que el cierre de instituciones mentales durante la administración de Ronald Reagan dejó sin ninguna clase de ayuda desde el Estado. “Teníamos dos alternativas: o nos encerraban (en la cárcel), con la posibilidad de fumar tres cigarrillos diarios cuando ellos te lo permiten, o te haces homeless (vagabundo) y lives en Skid Row, y al menos puedes conservar tu vida de alguna forma”, dice otro entrevistado en el mismo documental (ver clip a continuación).

Por Hugo Espinoza Caut / Entre Noticias.

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1 Comentario

  1. lo ke no dice esk tambien la discriminacion racial y a los viejos los orilla a estar alli o digame kien le va a dar trabajo la comunidad negra tiene una gran presion para vivir ya k una minoria tiene buenos trabajos en el gobierno pero la mayoria no sabe lo k c uesta una renta en estos dias por dios es de esclavos cre9o ahorac los mexicanos estan mejor k un indocumentado al menos aky en los angeles seguro k si

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