Una de las cosas con las que se siente cómodo, opina Nader, es su “inconstitucional y criminal invasión y ocupación de Irak que tomó la vida de alrededor de un millón de personas -niños,mujeres y hombres- y creó la existencia de 5 millones de refugiados de ese país que no representaba amenaza alguna para los Estados Unidos”.
El presidente Obama y los cuatro ex presidentes vivos de los Estados Unidos, se juntaron para la inauguración de la biblioteca sobre el legado de George W. Bush en la Universidad Metodista del Sur de Dallas (Texas). Asistieron también la primera dama Michelle Obama y sus cuatro predecesoras, incluida la ex secretaria de Estado Hillary Clinton.
Según un documental de la BBC de Londres, en junio del 2003, el presidente Bush habría dicho: «Dios me ordenó invadir Irak y Afganistán».
En congruencia con esa presunción de orden divino, la ceremonia del jueves 25 en la nueva biblioteca presidencial y museo que honra al auto-denominado «presidente de la guerra», inició religiosamente con una oración y la presentación de invitados internacionales como el ex presdiente del Gobierno español José María Aznar y el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi.
En su discurso, el presidente Obama habló de la «generosidad» de Bush y de su «fuerza y resolución» tras los atentados terroristas del 11 de septiembre del 2001.
Para el activista, abogado y dos veces candidato presidencial por el Partido Verde, Ralph Nader, con sus palabras y su presencia en el acto, Barack Obama continúa legitimando a George Bush, tal como lo hizo en el 2009 al anunciar que «no habría investigación ni persecución contra funcionarios de la administración del ex presidente por sus presuntos crímenes».
En una entrevista con el New York Times, el señor Bush continúa diciendo que no tiene remordimientos sobre su presidencia: «Me siento cómodo con lo que hice y con lo que soy».
Una de las cosas con las que se siente cómodo, opina Nader, es su «inconstitucional y criminal invasión y ocupación de Irak que tomó la vida de alrededor de un millón de personas -niños,mujeres y hombres- y creó la existencia de 5 millones de refugiados de ese país que no representaba amenaza alguna para los Estados Unidos».
Aparentemente, agrega Nader, Bush se siente confortable con el precio pagado por soldados estadounidenses y sus familias rotas – alrededor de 5000 muertos y suicidados, 200.000 heridos y enfermos mentales, además del costo económico de unos tres trillones de dólares según el premio Nobel de economía Joseph Stiglitz.
El escritor mexicano Carlos Fuentes, escribió en su libro titulado «Contra Bush», una lista de pecados del «presidente de la guerra» que hace ver ridículas las palabras de elogio a Bush pronunciadas por el actual huésped de la Casa Blanca, quien logró llegar a ella, por su retórica contra la guerra de Irak, por las promesas de cambio y la esperanza que despertó su campaña repleta de brillantes discursos sobre lo que era indispensable hacer desde el poder para un mejor futuro del país y del mundo en medio del desánimo y el sabor tan amargo que los 8 años de Bush en la Casa Blanca le dejaran al mundo.
Obama se refirió a Bush padre, a Bush hijo, a Jimmy Carter y a Bill Clinton, como al «club» de los ex presidentes que ayuda a comprender los «desafíos» de tener el peso de una «enorme nación» sobre los hombros.
Viene a mi recuerdo la entrevista que me concedió el escritor Gore Vidal en su casa de Hollywood Hills un año antes de morir: «The United States of Amnesia», me dijo entre otros conceptos al describir la problemática de su país.
¿Será esa la explicación para entender a un Obama que en mayo del 2009 lamentó que el gobierno de su predecesor George W. Bush hubiese tomado «decisiones apresuradas» que no se inspiraron en los valores democráticos, y que estuvieron guiadas «a menudo» por la falta de visión de futuro y manipulando con frecuencia los datos para que se ajustaran a las «predisposiciones ideológicas»?
Fue en esa misma ocasión cuando Barack Obama ofreció cerrar el penal de Guantánamo y revisar todos los casos pendientes en esa prisión y cuando, pese a criticar las políticas del anterior gobierno, se negó a crear una comisión independiente que investigue posibles crímenes y violaciones cometidos por la administración Bush.
Cuatro años más tarde, George Bush estrenó su biblioteca-museo, con la presencia de un Obama, que en lugar de ser congruente con su afirmación de que Bush «empañó la imagen de Estados Unidos con su invasión a Irak», hablaba ahora de «la increíble fuerza y resolución» de su predecesor.
«Honestidad: la mejor de todas las artes perdidas»
(Mark Twain)
Rubén Luengas / «Entre Noticias»
Foto de Rubén Luengas con Gore Vidal: