“Estamos cansadas de tanta delincuencia” dijo Celsa Zarco, quien tiene el rango de Comandante de la Policía Comunitaria de Xaltianguis, Guerrero. “Extorsiones, muertes, secuestros balaceras por donde quiera. No hubo de otra más que armarnos de valor, y aquí estamos, dispuestas a todo.”
Opinión por Aleyda González
Corrupción, apatía y miedo son sólo algunos de los factores que han permitido que en México los grupos de delincuencia organizada hagan de muchas comunidades un territorio sin ley. Pero la población ya está cansada, los agravios a la sociedad civil han sido tantos que en muchos lugares se está dominando el miedo y abandonando la apatía para salir a retomar las calles y recuperar la libertad de vivir en paz.
Ante la incapacidad -o colusión- de las autoridades, el pasado 18 de agosto un grupo de más de 100 mujeres decidieron armarse con valor y escopetas para tomar las calles de su comunidad e impedir que los grupos de delincuencia organizada sigan haciendo de Xaltianguis un pueblo sin ley. Cansadas hasta el hartazgo de que ver cómo asesinan a sus hijos, padres y familiares, estas mujeres han superado el miedo y tomado la responsabilidad que las autoridades, en todos los niveles, han evadido por años; brindar protección a los ciudadanos de esta comunidad –como de muchas otras en México.
“Estamos cansadas de tanta delincuencia” dijo Celsa Zarco, quien tiene el rango de Comandante de la Policía Comunitaria de Xaltianguis, Guerrero. “Extorsiones, muertes, secuestros balaceras por donde quiera. No hubo de otra más que armarnos de valor, y aquí estamos, dispuestas a todo.”
Como Celsa hay nueve comandantes más liderando a otras 11 mujeres cada una. Este grupo de autodefensa cuenta entre sus filas con una menor de apenas 16 y una mujer que a sus 60 años también está dispuesta a tomar las armas. Todas han sufrido al menos una experiencia de violencia que las hizo abandonar el miedo y salir a defender su comunidad, sus familias y, paradójicamente, sus vidas, mientras se exponen a la muerte.
“Es bonito porque las mujeres ya se pusieron las pilas, de que ya están armadas y con valor”, dice otra mujer perteneciente a la comunidad quien ve con buenos ojos que las mujeres estén tomando parte de la defensa de sus familias. “Es lo que se necesitaba en Xaltianguis para superar esta situación que estábamos viviendo aquí, que nos estaba encerrando en nuestras casas”.
Durante la ceremonia en la que estas valientes mujeres juraron defender a los habitantes de Xaltianguis estuvo presente el comisario municipal Alberto Castillo Castillo, quien se congratuló de su participación en la defensa de la comunidad. Hecho que más allá del evidente agradecimiento de los pobladores de Xaltianguis que asistieron al evento, pone en tela de juicio la congratulación de las autoridades ante el reconocimiento de su incapacidad para hacer su trabajo.
Las mujeres han demostrado en muchos ámbitos su capacidad para responder ante situaciones de alto riesgo. Las más destacadas periodistas y activistas de los últimos años en México han sido mujeres, así como las que más han sufrido la incapacidad de las autoridades para garantizarles seguridad y libertad de expresión. Casos como el de Regina Martínez, periodista, quien murió en condiciones aún no aclaradas por las autoridades es sólo un botón de muestra de la impunidad que gozan los delincuentes en este país. “Las mujeres somos valientes y somos capaces de defender a nuestro pueblo,” afirmó Silvia Hipólito, madre de familia que ahora forma parte del grupo de autodefensa.
Miguel Ángel Jiménez Blanco, dirigente de la autodefensa de Xaltianguis, declaró que sólo cuentan con 80 armas, en tanto que el grupo, tan sólo de mujeres, es mayor a 100. No se cuestiona de ninguna manera si las mujeres serán capaces de salir a defender lo suyo, sino hasta qué grado de cinismo van a llegar las autoridades en México permitiendo que el trabajo para el que han sido electos y por el que reciben un sueldo lo tomen en sus manos ciudadanos comunes carentes de entrenamiento y herramientas para llevarlo a cabo con éxito.
“Confío en que el pueblo, al saber que las mujeres están participando, va a prestar sus armas, porque las que tienen son insuficientes,” agregó Jiménez.
Crédito foto: libertadguerrero.net