Entre la comunidad latina del país se ha generado una creciente desconfianza, ya que el mandatario prometió que en su primer año de gobierno enviaría un proyecto de ley que reformara el actual sistema de inmigración, que tiene a 11 millones de personas sin documentación viviendo en Estados Unidos.
Durante sus mandatos, 2 millones de personas han sido deportadas a sus países de origen, mientras que la anhelada Reforma Migratoria no tiene una fecha clara para su legislación.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sufre hoy sus peores momentos en cuanto a popularidad y credibilidad. Según una reciente encuesta de Washington Post y ABC, cerca de un 55 por ciento de los ciudadanos rechaza su gestión.
Con elecciones parlamentarias a mediados del 2014, los analistas demócratas están preocupados por la aplicación de la ley Obamacare y por el retraso en la legislación de una Reforma Migratoria, pues ambos tópicos podrían afectar el desempeño electoral de su partido.
Entre la comunidad latina del país se ha generado una creciente desconfianza, ya que el mandatario prometió que en su primer año de gobierno enviaría un proyecto de ley que reformara el actual sistema de inmigración, que tiene a 11 millones de personas sin documentación viviendo en Estados Unidos.
Pero además porque Obama se ha convertido en el presidente que más personas ha deportado durante su mandato. El récord es vergonzoso y triste: durante los últimos cinco años, un total de 2 millones de personas han tenido que abandonar a sus familias, sus vecinos, sus casas y pertenencias y han sido deportados a sus países de origen.
Y a pesar de que un estudiante en Berkeley le pidió detener las deportaciones, Obama se excusó diciendo que no tenía tales facultades. En efecto, el presidente solamente puede modificar las prioridades del Servicio de Inmigración y Aduanas, pero como ha confirmado también su vicepresidente Joe Biden, las deportaciones no se acabarán.
¿Habrá Reforma Migratoria este 2014?
El proyecto del Senado S744 está estancado en la Cámara de Representantes, dominada por el partido Republicano. Su vocero, John Boehner, se ha negado a legislar el proyecto diciendo que se trata de “un texto de 1300 páginas que nadie ha leído” y ha reiterado en varias ocasiones que sus camaradas solamente discutirán el tema “de a pedacitos”, o sea, si se presentan varios proyectos.
Esta “aproximación modular” ha sido resistida por varios movimientos pro-inmigrantes, indicando que solamente se aprobarán las provisiones referidas al aumento de la seguridad fronteriza pero que no se aprobará el camino a la ciudadanía, que es la principal piedra de tope entre los legisladores republicanos.
En efecto, discutir cada uno de los aspectos migratorios por su cuenta (ciudadanía para indocumentados, trabajadores temporales, visas para trabajadores calificados, seguridad fronteriza), otorga un mejor piso de negociación para las facciones conservadoras en Washington y no garantizan que el sistema migratorio se modifique en profundidad.
Las señales han sido difusas al respecto. Mientras Obama se ha mostrado abierto a una aproximación modular al tema migratorio, pensando en la viabilidad política de la iniciativa, el vicepresidente Joe Biden indicó esta semana que los esfuerzos están basados en aprobar el proyecto S744 del Senado.
La falta de una estrategia única de parte de la Casa Blanca podría mermar las posiblidades electorales de los demócratas en las próximas elecciones del 2014, además de seguir minando la popularidad del presidente. En el fondo, la administración de Barack Obama debe girar el timón en favor de su agenda, antes de que el barco sea desviado por la tormenta.
Hugo Espinoza Caut / Redacción “Entre Noticias