Según la periodista María Luisa Arredondo, las autoridades han perdido la credibilidad y existe una severa crisis de legitimidad en este ámbito: “El gobierno parece haber entrado a un callejón sin salida. Por una parte, declara que las autodefensas actúan al margen de la ley porque portan armas que son de uso exclusivo del ejército y no pueden sustituir a las fuerzas del orden.
Fuerzas de seguridad estatales sometieron mediante balazos a grupos de autodefensa comunitarios en el estado mexicano, dejando 4 civiles muertos, entre ellos un niño de 11 años.
Pasó lo que muchos temían. Si en teoría tanto la policía como los grupos de autodefensa comunitarios debiesen apuntar sus armas contra el crimen organizado, la pérdida de confianza y legitimidad de la fuerza pública terminó en un trágico desenlace.
Ante una escalada de hechos de violencia en el estado de Michoacán, el gobierno federal mexicano anunció una estrategia de seguridad que contempla el desarme de los grupos de autodefensa, que son ciudadanos que han tomado las armas por su propia cuenta para combatir al crimen organizado, en especial al cartel de Los Caballeros Templarios, que controlan esa zona.
El resultado fue desastroso: en la localidad de Antúnez, la gente se negó a entregar las armas a la fuerza pública, y el altercado terminó en una balacera que dejó a 4 personas fallecidas, entre ellas un muchacho de 11 años de edad. “Le pidieron al general Patiño que entregara las armas a los compañeros (…) el ejército llegó arbitrariamente, desarmó a nuestros compañeros, retornó, pero el pueblo está muy atento (…) en lugar de entregar las armas, nos rafagueó, mató a 4 personas, entre ellos a una niña de 11 años, a la gente civil (…) el Ejército rafagueó a nuestro pueblo, gente civil que salió a pedirle que regresara las armas, es la única forma de defenderle, toda la noche duramos negociando y optó por rafaguear al pueblo”, declaró en forma cruda Estanislao Beltrán, vocero de las autodefensas de Michoacán.
“En algunos casos no llamaría enfrentamientos, sino restablecimiento de la situación adecuada”, dijo por su parte el procurador General de la República PGR), Jesús Murillo Karam, argumentando que utiliza la palabra “restablecimiento” porque a su juicio “La ley es muy clara en cuanto a quién puede estar armado y a quién le compete la persecución de los delitos; y esto es justamente lo que tratamos de hacer, no se trata de violentar nada, no se trata de aumentar las condiciones de violencia; se trata simple y llanamente de restablecer el orden legal de un lugar que no lo tenía”.
Problema de legitimidad
Según la periodista María Luisa Arredondo, las autoridades han perdido la credibilidad y existe una severa crisis de legitimidad en este ámbito: “El gobierno parece haber entrado a un callejón sin salida. Por una parte, declara que las autodefensas actúan al margen de la ley porque portan armas que son de uso exclusivo del ejército y no pueden sustituir a las fuerzas del orden. Pero por otro lado, no puede negar que su existencia obedece al legítimo deseo de los pobladores del área a defenderse de la extorsión, los abusos, secuestros y asesinatos que cometen de manera sistemática los grupos criminales sin que ninguna autoridad les ponga un alto”.
“Por esta razón, no puede desarmar de manera abrupta a las autodefensas; hacerlo equivale a dejar a la población totalmente a merced de la delincuencia organizada”, argumenta Arredondo.
Por su parte, el líder de los grupos de autodefensa michoacanos, el doctor José Manuel Mireles, desmintió cualquier negociación con el gobierno para promover el desarme de las autodefensas, mediante un video grabado desde su convalecencia en Ciudad de México, donde se recupera del accidente aéreo que sufrió la semana pasada (ver video al final de este artículo).
Para más información sobre los grupos de autodefensa, le recomendamos leer (hacer click sobre el título del artículo):
“Autodefensa y el exorcismo de las armas”, por Rubén Luengas.
“Un soldado en cada hijo te dio”, por Aleyda González.
Hugo Espinoza Caut / Redacción “Entre Noticias”
