«Una nación que gasta más dinero en armamento militar que en programas sociales se acerca a la muerte espiritual».: Martin Luther King.
por Rubén Luengas
Se celebra este lunes 20 de enero en Estados Unidos, el día de Martin Luther King. Cierran nuevamente la mayoría de las escuelas y se resalta con vigor su famoso discurso «I have a dream», pero no así el llamado «otro sueño» de King, plasmado en su sermón del 4 de abril 1967 en la Iglesia de Riverside de Nueva York contra el militarismo y la guerra de Vietnam.
Fue en este sermón en el que Luther King advirtió sobre el riesgo de «la muerte espiritual de los Estados Unidos»:
«Una nación que gasta más dinero en armamento militar que en programas sociales se acerca a la muerte espiritual».
King pensaba que «la enfermedad de la violencia» estaba aniquilando el progreso social de su país y enfermando el alma misma de la nación: «Si el alma de Estados Unidos se envenena por completo, en parte de la autopsia deberá leerse ‘Vietnam’ «.
King instó a sus conciudadanos a solidarizarse con las causas de los oprimidos del mundo, en vez de ponerse del lado de los opresores. «Debemos comenzar rápidamente el cambio de una sociedad ‘orientada a las cosas’ a una sociedad ‘orientada a las personas’. Cuando las máquinas y las computadoras , el afán de lucro y los derechos de propiedad son considerados más importantes que las personas, resulta imposible controlar a los trillizos gigantes del racismo, materialismo y militarismo».
Luther King denunció con fuerza y determinación en ese sermón de Nueva York, los crímenes de guerra que los militares de EE.UU. estaban cometiendo diariamente en los campos de la muerte de Vietnam, y por ello algunos de sus seguidores más cercanos comprendieron que al hacerlo, King «acababa de firmar su sentencia de muerte».
King sabía que los civiles son siempre las principales víctimas de la guerra moderna por el uso indiscriminado de armas letales como el Napalm, arma química compuesta por gasolina gelatinizada que produce una combustión más duradera que la de la gasolina normal y cuyos efectos residuales se mantienen por décadas. El ejercito de los Estados Unidos la utilizó masivamente en Vietnam causando la muerte de un número indeterminado de personas en aldeas, destruyendo los campos agrícolas y más de un tercio del total de bosques y selvas.
El hombre en cuyo honor se paralizan este lunes muchas actividades de la sociedad estadounidense, reconocía que no es fácil tomar posición por la verdad y por la justicia: «A veces implica frustrarse. A veces decir la verdad y tomar posición implica caminar por las calles con un peso en el corazón. A veces implica perder el trabajo y ser objeto de la burla y el escarnio. Y puede implicar que un niño de siete u ocho años le pregunte a su papa ¿Por qué tienes que ir a la cárcel?»
Cuarenta y siete años después de su discurso en contra de la guerra (que ha sido mantenido alejado de la mirada pública), no son pocos los observadores estadounidenses que aseguran que King tuvo una visión profética al considerar que, efectivamente Estados Unidos está de hecho «perdiendo su alma» y peligrosamente cerca de «su muerte espiritual»
Palabras que hoy día de Martin Luther King brillarán por su ausencia: