La nueva normativa comenzó su vigencia este 1ero de enero, tras haber sido aprobada seis meses antes por el concilio municipal, bajo el argumento del daño medioambiental que las bolsas plásticas provocaban en las calles y en los desagües de la ciudad, afectando a las especies mainas costeras. Una bolsa de plástico tarda 150 años en degradarse.
Desde este 1ero de enero, los supermercados y grandes tiendas de la ciudad de Los Angeles no pueden entregar bolsas de plástico a sus clientes, quienes tienen la opción de pagar 10 centavos por una bolsa de papel como alternativa.
Hasta hace poco, muchos angelinos podrían considerar a las bolsas de género como un objeto ajeno y casi antojadizo. Pero desde hoy se convertirá en una necesidad de cada hogar, ya que los supermercados y grandes tiendas de la metrópolis del sur de California no pueden usar bolsas plásticas.
La nueva normativa comenzó su vigencia este 1ero de enero, tras haber sido aprobada seis meses antes por el concilio municipal, bajo el argumento del daño medioambiental que las bolsas plásticas provocaban en las calles y en los desagües de la ciudad, afectando a las especies mainas costeras. Una bolsa de plástico tarda 150 años en degradarse.
Los Angeles se transforma así en la ciudad más grande de Estados Unidos en adoptar una iniciativa de esta envergadura. La normativa afecta en este momento a los supermercados y grandes tiendas, mientras que los locales y comercio menor deberán ajustarse a la medida para julio de este 2014. Los comerciantes pueden ofrecer a los clientes la posibilidad de comprar bolsas de papel por 10 centavos cada una.
Según Sarah Sikich, miembro de la organización ecológica Heal The Bay, esto es “un enorme paso”, porque “envía un mensaje a otros lugares, tanto nacionalmente como más allá. Ahora Chicago y Nueva York están buscando políticas similares para sus comunidades”.
Con respecto a los dueños de mascotas, quienes en general utilizar las bolsas plásticas para recoger las fecas cuando pasean a su animal, Sikich recomienda el uso de periódico y otros papeles, o también “las bolsas del cereal” cuando se acaban. “La gente se vuelve creativa cuando lo requiere”, sentencia el activista medioambiental.
Redacción «Entre Noticias»