En medio de demostraciones de fuerza en las calles de ambos bandos, la oposición venezolana no parece tener una perspectiva unísona sobre el asunto. El líder natural de la oposición, Henrique Capriles, se desmarcó de los llamados hechos por Leopoldo López, que pretendía hacer de estas manifestaciones un ultimátum para exigir la salida del chavismo del poder.
Se trataba de las conmemoraciones de la batalla de La Victoria, sucedida hace dos siglos, donde los estudiantes jugaron un papel relevante para la alcanzar la emancipación venezolana, y como es costumbre, los estudiantes salieron a las calles. Sin embargo, enfrentados a un contexto de radicalización y desestabilización política, un grupo importante de ellos concordó con la oposición hacer una demostración de fuerza contra el chavismo, a quienes culpan de la violencia, de la alta criminalidad, de la censura informativa, de la inflación y la escasez esporádica de productos de primera necesidad.
El resultado fue nefasto, incluyendo a tres fallecidos –dos estudiantes y un activista chavista- y una treintena de heridos.
Para el presidente Nicolás Maduro, los culpables son los dirigentes opositores, como el líder del partido Voluntad Popular, Leopoldo López, y la diputada María Corina Machado. De hecho, López es requerido por la justicia, y la policía venezolana está realizando sendos operativos en carreteras y aeropuertos para dar con su paradero.
“Un tribunal de la República ordenó su detención el propio 12 de febrero y la fuerzas de seguridad del Estado lo están buscando ¡Entrégate cobarde!”, declaró Maduro ante multitudinarias manifestaciones oficialistas de apoyo este sábado. López, en tanto, aseguró por Twitter que sigue en Venezuela y que Maduro no tiene las “agallas” para encarcelarlo.
En medio de demostraciones de fuerza en las calles de ambos bandos, la oposición venezolana no parece tener una perspectiva unísona sobre el asunto. El líder natural de la oposición, Henrique Capriles, se desmarcó de los llamados hechos por Leopoldo López, que pretendía hacer de estas manifestaciones un ultimátum para exigir la salida del chavismo del poder. “Nuestro país vive una crisis muy dura para que ahora tengamos más violencia de la que ya existe! ¡No a la violencia!”, dijo el gobernador de Miranda, agregando que “Quienes queremos un cambio real y paz en Venezuela no terminaremos secuestrados por grupos violentos”.
La oposición acusa al oficialismo liderado por Maduro de atacar la libertad de prensa, ya que además del férreo control de las emisores televisivas y radiales, la lenta burocracia para obtener divisas extranjeras ha dejado a los periódicos del país con escasez de papel, que en su totalidad es importado, debiendo muchos de ellos cerrar o bajar considerablemente su circulación. En tanto, la red Twitter respondió a las preguntas de la Associated Press confirmando que muchas imágenes de usuarios venezolanos están siendo bloqueadas localmente.
El chavismo acusa a Estados Unidos y al ex presidente de Colombia, Álvaro Uribe, de promover y financiar estas actividades desestabilizadoras, mientras los países reunidos en la UNASUR entregaron al final de este sábado un comunicado de apoyo al gobierno venezolano, planteando su “firme rechazo a los recientes actos violentos en la República Bolivariana de Venezuela” y al intento de “desestabilizar el orden democrático constituido legítimamente por el voto popular”.
Presuntos infiltrados en Venezuela entrenados en México: