Fracking, proceso de extracción de petróleo y gas cuya realización consume una elevada cantidad de agua, ha provocado sequías en las regiones que lo han permitido.
«El agua es el elemento y principio de las cosas» dijo el filósofo Tales de Mileto y no estaba equivocado. Las consecuencias de la escasez de este líquido ya se hacen presentes en muchas regiones del mundo y en su mayoría no son por procesos naturales del planeta que habitamos, sino por el contrario, son provocados por la voracidad de aquellos, que anteponiendo los intereses económicos, encuentran su fuente de enriquecimiento en la explotación insaciable del subsuelo, a costa del deterioro del frágil equilibrio del ecosistema que sustenta aquello que llamamos vida.
Rubén Luengas – Entre Noticias trae para ti en la edición semanal de esta videocolumna, las cifras y consecuencias del proceso denominado fracking, aquel mediante el cual es extraído petróleo y gas del subsuelo, cuando los métodos «tradicionales» ya han sido agotados o son insuficientes para la obtención de estos recursos.
El fracking, proceso que utiliza explosivos, químicos y grandes cantidades de agua para la obtención de su objetivo ha desatado una intensa lucha entre aquellos que lo utilizan y aquellos que, convencidos del serio daño que este procedimiento provoca a la naturaleza, combaten la proliferación de este tipo de prácticas.
Existen evidencias claras, según apunta Ceres Investor Network, en su recientes reportes, que aquellas regiones que alojan a los más de 40 mil pozos de petróleo y gas, se encuentran en serios problemas de carencia de agua y no es coincidencia, un solo pozo de este tipo puede consumir millones de galones de agua potable y contaminar otros millones más, convirtiendo el fracking en uno de los mayores atentados al ecosistema.
Comentario de Rubén Luengas:
El agua es la fuente motriz de la vida, pero en muchas de las zonas más secas de Estados Unidos, esa fuente está siendo agotada por la utilización de la técnica de extracción de gas y petróleo conocida como «fracking», o perforación hidráulica.
Aquí en California, donde se declaró
recientemente estado de emergencia por sequía, el 96% de los nuevos pozos de petróleo y gas se ubican en lugares donde existía ya una «feroz competencia por el agua», y lo mismo ocurre con la mayoría de los pozos en estados como Nuevo México, Utah y Wyoming.
De hecho, una serie de pequeñas comunidades en Texas «ya se han quedado sin agua o están enfrentando el peligro de quedarse sin ella en días», empujadas al borde de una combinación explosiva de sequía, demanda de agua para «fracking» y la demanda de agua para consumo humano, de los animales y para las necesidades agrícolas.
La agricultura y las ciudades siguen siendo los mayores demandantes de agua, señala el estudio, pero advierte que la demanda agregada para el «fracking» en lugares como Eagle Ford, en el corazón de la fiebre de petróleo y gas en Texas, ha golpeado muy duro a pequeñas comunidades rurales que aún no han visto lo peor, pues se estima que durante los próximos diez años se duplicará la demanda de agua, tras la extracción de gas y petróleo por medio del fracking.
Según la Comisión de Texas sobre Calidad Ambiental, veintinueve comunidades de Texas podrían «quedarse sin agua durante los próximos 90 días».Muchos de los yacimientos de esa fuente motriz para la vida que es el agua, están en sólo un 25% de su capacidad.
Podría parecer una visión muy pesimista o hasta apocalíptica lo que nos informa CERES, pero aún falta referirnos a lo que su reporte escalofriante describe en Colorado:
«Casi todos los pozos de Colorado (97%) se localizan en áreas donde las aguas subterráneas y de superficie se extienden ya entre la demanda agrícola y la de las ciudades, mientras se espera que la demanda de agua para las tareas de fracking o fractura hidráulica se duplicará en 6 mil millones de galones en 2015.
Este mismo escenario aterrador que atenta contra nuestra fuente motriz de toda la naturaleza, el agua, se hará presente en estados mexicanos como Coahuila, donde existen serios problemas para el suministro de agua debido a la sequía, pero donde también, están ya los «hijos de la fracking avaricia» alistando sus «popotes metálicos» para satisfacer su insaciable sed de dinero y de negocios , aún a costa del agua sin importarles advertencias como como la de Jacques Cousteau:
«Olvidamos que el ciclo del agua y el ciclo de la vida son uno mismo».
Rubén Luengas
A continuación la videocolumna:
Redacción / Entre Noticias
y que es lo que esperan los rancheros para pararlos, porque pueden pararlos, amenos que allan vendido sus tierras a estos mendigos amasa fortunas, de ser asi pues ya valieron.