Op-ed por Aleyda González
Millones de historias viven en la Ciudad de México. Entre las 16 delegaciones que conforman al Distrito Federal y el resto de la zona conurbana suman más de 21 millones de almas. A ello hay que agregar los miles más que llegan constantemente desde los más olvidados rincones del país y se dan cita en las entrañas de una ciudad ya de por sí compleja. Todos cargados de historias. Todos traen consigo un propio testimonio de un país que aunque se resista, continúa concentrando las expresiones de una nación entera en el corazón de su república. Y para todos ellos el destino es el mismo, el Zócalo capitalino.
Las manifestaciones llegan de todos los estados de la república. Pareciera que cada uno tiene una pena que purgar y cada una es más terrible e indignante que la anterior. Aunque todas con el común denominador de la injusticia y el desinterés de las autoridades por dar solución a las demandas.
Desde el aeropuerto Benito Juárez los des-empleados de Mexicana de Aviación mantienen un plantón permanente en lo que anteriormente era la zona de boletaje de esta aerolínea. Desde 2010 que dejaron de operar. Sus 8 mil empleados, junto con otros 600 jubilados, aún no reciben sus pensiones e indemnizaciones. Gastón Azcárraga, ex dueño de Mexicana, se encuentra en Estados Unidos esperando que un juez inmigratorio defina si le otorga asilo político para que pueda continuar evadiendo la justicia impunemente.
Al menos un centenar de víctimas del sacerdote Eduardo Córdova Bautista esperan que éste aparezca y sea llevado frente a la justicia para ser juzgado por los delitos de abuso sexual que cometió en contra de todos ellos. En el nombre de muchos otros menores que han sido abusados sexualmente por algún miembro del clero nacional, se encuentra Julia Klug. Esta activista reclama frente a la catedral que la iglesia ha protegido por años a sacerdotes pederastas, siendo ella misma, según su propio testimonio, una víctima más de la pederastia clerical. Durante horas repite su historia a los transeúntes y curiosos que le piden que pose para una foto, a lo cual accede y sugiere “tómala desde allá, para que salga la catedral, donde se esconden esos delincuentes.”
Familiares y dolientes de los 49 niños que murieron calcinados en la Guardería ABC en 2009 convocaron a una marcha que partió del Ángel de la Independencia hacia el Zócalo capitalino, en la conmemoración del 5to aniversario de la tragedia. Los padres siguen esperando que los responsables sean juzgado y sentenciado por su participación, u omisión, en los hechos que provocaron la muerte de estos pequeños. Ninguno de los funcionarios involucrados en el caso está preso. Por el contrario, todos ellos continúan ocupando cargos públicos.
En otro punto del centro de la ciudad, junto a las oficinas de la Secretaría de Relaciones Exteriores, se encuentra el Museo Memoria y Tolerancia en el que, entre otras tragedias, se hace particular referencia a las decenas de miles de hombres y mujeres que perdieron la vida durante el sexenio de Felipe Calderón. En una sección llamada Geografía del Dolor, se presenta la distribución por regiones de las muertes que ha dejado la llamada guerra contra el narco, pero además se incluyen tragedias como los feminicidios de Juárez y el Estado de México, así como las desapariciones forzadas de Tamaulipas y Nuevo León. Uno puede ver fotografías de las victimas al tiempo que escucha los testimonios de padres y familiares en voz de activistas y actores que narran las desgarradoras historias de quienes aún no encuentran justicia.
La misma Ciudad de México presenta también sus propias problemáticas y éstas a su vez propician otras manifestaciones. Poco después de anunciar un ampliamente rechazado aumento a la tarifa del metro, el gobierno del Distrito Federal tomó la decisión de cerrar la recientemente estrenada Línea 12. Ello con el fin de prevenir una tragedia de proporciones mayores. En un principio, el jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, ofreció un servicio alternativo de traslado gratuito a los usuarios afectados por esta medida, pero al día de hoy el transporte ha dejado de ser gratuito y ha sido insuficiente para la cantidad de usuarios que dependían del metro para trasladarse a sus lugares de trabajo.
La lista es prácticamente interminable si contáramos todas las manifestaciones que se dan cita en esta ciudad. Pareciera que sin importar el nivel de gobierno y el partido político en turno las causas del descontento no terminan. Durante muchos años la capital del país fue dirigida por el partido oficial, pero desde hace un par de lustros el gobierno de la ciudad de México proviene de un partido de izquierda. Sin embargo, tal como repetían a coro un grupo de capitalinos indignados frente a las oficinas del gobierno del Distrito Federal, “Mancera decía que todo cambiaría. Mentira. Mentira. Es la misma porquería”.
MUY BUEN REPORTAJE RUBEN —- GRACIAS Y FELICIDADES
Ese es el metodo del govierno ignorar las maniffestaciones para crear apatia en ell