La población espera temerosa la decisión del jurado, la venta de armas se ha disparado en Ferguson: «La policía no va a poder proteger a cada persona. Si no te preparas para lo peor, no tendrás a nadie a quien culpar excepto a ti», dijo el propietario de una tienda de armas al afirmar a los medios que «están vendiendo todo, excepto lo que está clavado en la pared de su establecimiento».
Por Rubén Luengas
El pasado 9 de agosto, el joven afroamericano de 18 años Michael Brown, fue asesinado a quemarropa por el oficial de raza blanca, Darren Wilson, de la policía de Ferguson, Missouri. De acuerdo con la versión de testigos, Brown estaba desarmado cuando lo detuvieron y el doctor que practicó la autopsia señaló que «no había señales de enfrentamiento alguno» entre el policía y la víctima, contradiciendo así algunas de las versiones oficiales. Fueron seis los impactos de bala recibidos por Brown, dos de ellos en la cabeza, indicando su disposición a entregarse.
El caso de Michael Brown hizo recordar en muchos aspectos al de Trayvon Martin, otro joven afroamericano desarmado que fue asesinado en 2012 por George Zimmerman, en Orlando, Florida, quien quedó absuelto de cargos.
La ciudad de Ferguson es habitada en su mayoría por afroamericanos, pero su cuerpo policial está integrado por una mayoría blanca. El asesinato generó una irritación mayúscula y una ola constante de protestas que chocaron con la acción represiva paramilitar y la declaración de estado de emergencia impuesta por el gobernador demócrata Jay Nixon el 16 de agosto, incluyendo la presencia de más policías antimotines con armas semiautomáticas, gas lacrimógeno, tanquetas y helicópteros militares.
Tres meses después el gobernador Nixon ha vuelto a decretar estado de emergencia autorizando la presencia de la Guardia Nacional por temor a que el inminente fallo sobre la muerte del joven Brown, si no presenta cargos contra el oficial Darren Wilson, desate nuevas protestas y disturbios.
Hace una semana Nixon había dicho estar bien preparado para las protestas si el oficial Wilson queda libre y aseguró: «No será tolerada la violencia».
No se refería obviamente a la violencia policiaca. Desde que Michael Brown fue asesinado en agosto, la policía del Condado de San Louis ha gastado $172,669 en balas de goma y gas lacrimógeno, entre otros equipos destinados a hacerles daño a los manifestantes.
«La policía se está preparando para la guerra», dijo un activista de la organización «Missourians Organizing for Reform and Empowermente, (MORE), mientras los manifestantes se preparan para la paz, entrenando a cientos de personas para la desobediencia civil no violenta y exhortando a la policía a «desmilitarizar» su respuesta y a que firme una propuesta de 19 reglas de compromiso para preservar la paz en Ferguson , algo que la policía se ha negado a firmar.
Mientras la población espera temerosa la decisión del jurado, la venta de armas se ha disparado en Ferguson: «La policía no va a poder proteger a cada persona. Si no te preparas para lo peor, no tendrás a nadie a quien culpar excepto a ti», dijo el propietario de una tienda de armas al afirmar a los medios que «están vendiendo todo, excepto lo que está clavado en la pared de su establecimiento».
Sabemos que la policía es el primer instrumento de control social, pero durante las rebeliones de los años 60 en diferentes ciudades de Estados Unidos, al gobierno de Richard Nixon no le pareció suficiente y empezó a vincular a las policías locales con el estado policiaco y con la Guardia Nacional. Fue entonces cuando, según diferentes publicaciones que así lo han documentado, se empezaron a ver cambios en el entrenamiento y en la adquisición de equipos militares para los cuerpos policiacos y el arribo de los equipos de Special Weapons And Tactics (SWAT). En español, equipo de Armas y Tácticas Especiales o unidades de élite cuyos miembros están entrenados para realizar operaciones de alto riesgo que están fuera de las capacidades de los policías regulares.
En marzo de 2013, la Unión de Libertades Civiles de EE.UU. reveló que los barrios de las ciudades estadounidenses «están cada vez más vigilados por policías armados con armas y tácticas de guerra» y que era la hora de cuestionar y comprender el verdadero impacto de esta militarización en los vecindarios.
En mi opinión, quien mejor ha descrito la raíz y el impacto de está realidad contraria a la democracia, es el crítico cultural estadounidense Henry A. Giroux: «Lo ocurrido en Ferguson ha hecho visible el hecho de que una especie de metafísica racista militar domina actualmente la vida estadounidense».
Al igual que Ayotzinapa en México, Ferguson ha dejado de ser sólo un lugar en la vasta geografía del país «más poderoso de la tierra». Ferguson es el referente más actual donde coinciden verdades funestas del pasado y presente de la realidad estadounidense, ante las que muchos de sus habitantes se han plantado con firmeza para rechazar que el discurso vertical del autoritarismo tenga la última palabra.
En Ferguson, donde las armas se están vendiendo como pan caliente, donde las ventanas de los comercios se cubren con tablas de madera, donde la policía «se prepara para la guerra» contra su propia gente, donde muchos tienen miedo de lo que pueda desatar la decisión del fallo sobre el caso del asesinato del joven Michael Brown, justo ahí, hay también un lado luminoso que reta a los estadounidenses a la reestructuración de valores que compaginen con aquellos propios de la democracia real.
¿Cuántos jóvenes afroamericanos, latinos, inmigrantes, tendrán que morir como Michael Brown, antes de que la nación entera propicie el cambio indispensable para su supervivencia?
Recordemos en este contexto las sabias palabras de Martin Luther King: «Una nación que gasta más dinero en armamento militar que en programas sociales, se acerca a su muerte espiritual».
FERGUSON (EE.UU.), 17/11/2014.- Manifestantes a las afueras del Departamento de Policía de Ferguson, Misuri (EE.UU.) hoy, lunes 17 de noviembre de 2014. El gobernador de Misuri (EE.UU.), Jay Nixon, declaró hoy el estado de emergencia ante la posibilidad de que se produzcan disturbios tras el fallo de un jurado en el caso de la muerte del joven negro Michael Brown a manos del policía blanco Darren Wilson, que se espera para antes de que concluya el mes. La declaración del gobernador tiene una vigencia de 30 días y activa el despliegue de la Guardia Nacional para asistir a la policía estatal y local en caso de que se desate la violencia en Ferguson, un barrio a las afueras de la ciudad de San Luis donde falleció Brown el pasado 9 de agosto. EFE/LARRY W. SMITH.
Ferguson (United States), 14/11/2014.- Lesley McSpadden, the mother of Michael Brown (C), leaves the airport with her husband Louis Head (L) and Dwayne Acoff (R), the family manager, after she returned from Switzerland speaking to a UN committee on the shooting death of her son Michael, in Ferguson, Missouri, USA, 14 November 2014. Michael Brown, 18, was fatally shot by a police officer on 09 August 2014. Protestors took to the streets of Ferguson, Missouri for another day to voice their outcry over the police slaying of an unarmed black teenager in Ferguson, Missouri. (Protestas, Suiza, Estados Unidos) EFE/EPA/LARRY W. SMITH.
don,t give up Ferguson! Montréal, Québec is with you!