Aura Dinarte, Valeria Conejo, Ana Chacón (de pie) y Elizabeth Fonseca (sentada). Foto cortesía de Musica Roots.
La vice-presidenta de Costa Rica y la Ministra de Cultura del país centroamericano estuvieron en California promoviendo la cinta.
Por Andre Ure y Hugo Espinoza. Artículo publicado originalmente en Musica Roots magazine.
Nos recibieron en un hotel de Hollywood, apenas a unos pasos del Dolby Theatre, que en febrero próximo será sede de la ceremonia más importante de la cinematografía mundial: los Premios de la Academia, popularmente conocidos como los Oscar.
Allí estaban las pequeñas actrices que son protagonistas de “Princesas Rojas” (Valeria Conejo y Aura Dinarte), ahora dos años mayores. También había una comitiva oficial de Costa Rica, que incluye autoridades y publicistas. La meta: que “Princesas Rojas” se convierta en el primer film costarricense en ser nominado al premio Oscar, en la categoría de mejor película extranjera.
“Sólo postular la cinta no sirve de nada: el Oscar no sólo es calidad, sino las relaciones públicas que haga un país”, ha declarado Laura Astorga, directora de la película a La Nación de Costa Rica.
Y en ese minucioso trabajo han estado la vice-presidenta del país, Ana Helena Chacón Echeverría, y su ministra de Cultura y Juventud, Elizabeth Fonseca Corrales, quienes conversaron con nosotros acerca de “Princesas Rojas” y la relevancia del cine en español para promover la cultura latinoamericana y abordar la historia política de sus naciones.
Hugo Espinoza: ¿Cuál es la importania que tiene esta película para la promoción de la cultura latinoamericana y costarricense en particular?
Ana Chacón: Bueno, para nosotros el arte es fundamental en este gobierno. Estamos sumamente orgullosos de por primera vez participar en las grandes ligas del cine (…) que la película esté pre-seleccionada como mejor película extranjera en los premios Oscar es de mucha importancia.
Elizabeth Fonseca: Para el ministerio de Cultura es de fundamental importancia darle el impulso que el cine y las artes audiovisuales necesitan. No solamente porque queremos cine con contenido nacional, que nos refleje en nuestros problemas, en nuestra identidad, sino que también mostrarnos al mundo como somos, mostrar los problemas que hemos vivido en el itsmo centroamericano (…) En el programa de gobierno está (indicado) como meta dar un impulso muy importante para que el país cuente con una Ley de Cine. Y el hecho de que “Princesas Rojas” nos esté representando como candidata, ayudará a la industria cinematográfica nacional, que es incipiente pero que desde el año 2000 se ha impulsado mucho.
Hugo Espinoza: En la película se trata el tema de la infancia, que en este caso es una niñez bastante agitada. Ustedes como mujeres han tratado este tema en el plano político. ¿Qué nos puedes comentar sobre el tema de la infancia en Latinoamérica?
Ana Chacón: Lo que la película muestra es cómo toda la familia se involucra en la lucha revolucionaria. Es muy difícil extraer a los niños cuando los padres están en una lucha como ésa, en donde la mayoría de costarricenses estábamos involucrados de una forma u otra. Sin embargo, esa participación hace que se pierda la inocencia de la infancia, que se vivan momentos de violencia, como los que sufrió esta familia, donde la madre se ausentaba por vivir en la clandestinidad, produciendo pasaportes, y al tener que cambiarse continuamente de casa.
Ésta no es la primera película que hace esta denuncia; yo recuerdo de una película argentina que se llama “Infancia clandestina”, que refleja el rol que tienen los niños cuando los padres están en luchas clandestinas (…) En “Princesas Rojas” se refleja claramente la posición adultocéntrica (sic) de los padres, sometiendo a las niñas a que su opinión no era tan válida, o sea, no había una voz para ellas. Como país rescatamos que los niños siempre tienen algo que decir y deben ser escuchados (…)
Elizabeth Fonseca: Pero también hay que tomar en cuenta lo desesperada que debió ser la situación para los padres, para anteponer los intereses del país ante lo que podría ser mejor para sus pequeñas hijas. A mí me parece que debe haber una situación de un compromiso superior con la sociedad, para lograr hacer eso. Y yo conozco infinidad de casos de mi generación, que a finales de los setenta se involucraron en la lucha contra la dictadura somozista.
Ana Chacón: En realidad, ése es un tema para nosotras las mujeres. Yo tengo una amiga nicaragüense, que parió en la selva, fue y le dejó el chiquito a su mamá y se devolvió a pelear. Para las mujeres siempre hay un doble costo, porque la maternidad significa también una enorme dosis de responsabilidad. Y en este caso la directora coloca a las mujeres al mismo nivel de los hombres durante la lucha (…)
Hugo Espinoza: “Princesas Rojas” narra un complejo proceso político desde la intimidad de una niña que quiere ser revolucionaria e imitar a sus padres. En ese sentido, ¿creen ustedes que existe una metáfora sobre una infancia idealizada que pierde su inocencia, y el declive de los mega-relatos y las ideologías dominantes del siglo XX en la América Latina de hoy?
Ana Chacón: Este es un cine que se basa en la historia y en la denuncia social, sobre dónde nos estaba llevando la dictadura u otras formas abruptas de alcanzar el poder que se pensaban en esos años. Y esa es la diferencia del cine latinoamericano. Muchas veces nos han preguntado por qué nosotros estamos promocionando esto. (Lo hacemos) porque hay un tema de denuncia social que no nos permite olvidar el pasado, porque si ignoramos el pasado podríamos estar condenados a cometer los mismos errores. Y hay generaciones que ya nacieron en democracia y en libertad, pero hay que explicarles que para estar en esa democracia y libertad, mucha gente dejó su vida. Para nosotros los costarricenses, la historia no ha sido tan así, pero indiscutiblemente nos unimos a la historia nicaragüense en esos años, generando una serie de insumos para que cayera el dictador Somoza. Mayoritariamente, los costarricenses estuvimos en ese proceso.
Elizabeth Fonseca: La sociedad que no está conciente de su pasado no sabe de dónde viene ni hacia dónde va. Y eso es realmente muy peligroso. La gente a veces piensa que la democracia está hecha, (pero) la democracia hay que construirla todos los días. Es como una planta que hay que regar con amor diariamente, para que esté bien y florezca.
<strong>Sobre “Princesas Rojas”:
Basada en hechos reales, la película se ambienta en Costa Rica a principios de la década de los ochenta, mientras en la vecina Nicaragua se desataba la guerra civil. “Princesas Rojas” narra la historia de dos hermanas, Claudia y Antonia, cuyos padres participan como revolucionarios sandinistas en la clandestinidad, poniendo en peligro la integridad de la familia.
Con una especial sensibilidad por los detalles, y un inequívoco enfoque en una infancia desentendida pero sometida por la política, “Princesas Rojas” toca fibras sensibles de la historia latinoamericana. Si bien el guión parece languidecer en ciertos tramos, las escenas claves en el final son de una fuerza absoluta que hacen de esta cinta un imperativo del nuevo cine latinoamericano.
Trailer de Princesas Rojas:
