Las 13:30 horas, los padres al frente del contingente, y con gestos que parecían evidenciar furia, jalaban de extremo a extremo unos obstáculos de alambres de púas y hierro en el acceso principal del 27 Batallón, para darle paso a una trailer rojo que los normalistas y miembros del Colectivo Anarquista guiaban para reventar la puerta.
Los padres de familia, normalistas y Colectivo de Anarquista, se fijaron entrar esta tarde al 27 Batallón Militar a buscar a los 42 estudiantes de Ayotzinapa de quienes todavía no saben su paradero, y en el intento, se originó un enfrentamiento con policías militares a piedras, palos y bombas a la puerta de la sede militar.
El batallón representa un lugar emblemático en el caso de normalistas de Ayotzinapa, es el análisis actual de las organizaciones que respaldan y acompañan a los padres en la búsqueda de sus hijos. Está ubicado en el Periférico de Iguala, frente a Plaza Tamarindos, a una distancia corta de los hechos en que policías municipales atacaron a los normalistas y desaparecieron a 43.
Las 13:30 horas, los padres al frente del contingente, y con gestos que parecían evidenciar furia, jalaban de extremo a extremo unos obstáculos de alambres de púas y hierro en el acceso principal del 27 Batallón, para darle paso a una trailer rojo que los normalistas y miembros del Colectivo Anarquista guiaban para reventar la puerta.
En ese momento, el abogado del Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan, Vidulfo Rosales Sierra, explicaba por qué los cuarteles militares era el lugar de protesta: una búsqueda en las sedes militares, porque las probabilidades actuales del paradero los 42 normalistas apuntan hacia es ruta.
Minutos después, los normalistas y anarquistas compartieron las pedradas con la Policía Militar, formada a manera de muro, después de la reja, o sea del lado de sus terrenos, el mismo que por un momento se disolvió, y replegaron hacia dentro del batallón.
Los siguientes minutos fueron gases, palazos, más pedradas, y explosión de cohetes dentro de la sede militar. Los padres gritaban que querían les devolvieran a sus hijos.
El número de policías militares a la carga creció en cuestión de minutos y duplicaron el grupo de protesta (el parámetro de la cantidad de inconformes lo evidencian los ocho autobuses en los que llegaron), al que sacaron de la sede militar a empellones.
En esa parte de la refriega se quedaron dentro del 27 Batallón la señora María Inés Abraján, tía de Adán Abraján de la Cruz, uno de los desaparecidos, y un reportero de Telesur, Noé Vega. La tía del normalista, denunciaría más tarde, al ser liberada, que los militares se negaban a dejarla salir, y que uno de ellos le dijo textualmente: “gente que entra, ya no sale”.
El segundo momento de la protesta, es que una vez fuera del batallón, los normalistas y anarquistas buscaron nuevamente ingresar, y guiaron al conductor de otro trailer de una empresa cervecera que pasaba por el lugar, hasta atravesarlo entre el acceso y la avenida. Desmontaron los cartones de envases vacíos de cervezas, y los utilizaron para lanzarlos nuevamente contra los policías militares, quienes los regresaban de la misma manera.
Ése, representa la segunda parte del enfrentamiento entre grupos desiguales de número. Ambos momentos, en total, duraron unos 25 minutos.
Al momento que se apaciguaba el enfrentamiento comenzaron a hacerse visibles los heridos, sobre todo del lado de estudiantes y padres. El normalista Omar García, conocido públicamente por denunciar ante televisoras el momento que llegaron los militares a la escena del ataque del 26 y 27 de septiembre pasado, uno de los heridos: en vilo, sus compañeros lo sacaban de la zona del enfrentamiento, y le escurría sangre de una herida cerca del ojo izquierdo.
Después de las 14:30 horas, el contingente se retiró de la zona de protesta, con la compañía de un grupo de la avanzada de la Ceteg, que anunciaron la misma acción en la 35 Zona Militar con sede en Chilpancingo. El frente del 27 Batallón, literal, quedó con las huellas similares al de una guerra campal, con tres vehículos en llamas.
Van a Chilpancingo
A las 17 horas, en la 35 Zona Militar de Chilpancingo, el contingente de protesta que estuvo en Iguala, ya lo esperaban, desde adentro, columnas de policías antimotines, además de militares atentos.
“Respetamos su derecho a manifestarse, pero respeten las instituciones”, se escuchó por un sonido una voz desde dentro de la zona militar. “¡Chingas a tu puta madre!”, contestó un grupo de jóvenes.
Los padres de familia se acercaron a la puerta, sin burlar el cerco, con la fotografía de sus hijos desaparecidos, gritaban a los militares que se los regresaran. Los más jóvenes de la protesta, se llevaron en pedradas y gritos los minutos que duró nueva protesta: “¡Culeros!”, “¡Regrésenlos con vida!”, “¡Culeros!”.
La voz del lado de los militares, llamaba a un diálogo, al que ninguno dio tregua. Vidulfo Rosales, con megáfono, volvió a decir la razón de la movilización en la sede.
Felipe de la Cruz, el vocero de los padres de familia, del sonido que llevaban los maestros en una camioneta que bloqueaba con el resto de los autobuses la autopista del Sol, a la altura de la zona militar, pedía regresaran a los 42 normalistas con vida, y llamaba a los jóvenes a dejar de lanzar piedras, porque no llevaban protección para repelar una agresión.
Minutos después decidieron retirarse, pero antes, los normalistas, anarquistas y maestros, a la entrada, destruyeron a pedradas y palazos una camioneta oficial de las que han retenido, y la incendiaron ante los ojos de los policías y militares.
Desmanes en la Base Naval
En Acapulco, un grupo de maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (Ceteg), atacaron las instalaciones del Octava Zona Naval; fueron contenidos por elementos de la Policía Estatal Antimotines y a su paso hicieron pintas sobre vehículos y la fachada del inmueble.
El cinturón de policías antimotines evitó que elementos de la Armada de México tuvieran que intervenir de manera directa en el intento de los cetegistas por entrar a la Zona Naval.
En las pintas escribieron que “el narco gobierno es el responsable de la desaparición de los 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa Raúl Isidro Burgos”. En las paredes de la Zona Naval también pintaron la leyenda de “43 esto es el pueblo, narco gobierno”.
De manera sorpresiva el grupo de cetegistas llegó en varias unidades y con aerosol en mano, mientras unos enfrentaron al contingente de policías antimotines, otros se dedicaron a realizar las pintas de manera apresurada para luego abandonar la zona.
A los pocos minutos de que los manifestantes abandonaran el lugar, los policías estatales permanecieron por varias horas en la entrada principal de la Zona Naval ante el temor de nuevos ataques.
Personal de guardia se apresuró a borrar las consignas que habían sido pintadas sobre uno de los vehículos militares que se encontraba en la entrada principal del Base Naval y las letras rojas sobre una de las paredes del inmueble.
Protestan en Tlapa
Mientras tanto, en Tlapa, al grito de “¡militar y policía la misma porquería!”, integrantes del Movimiento Popular Guerrerense (MPG), estudiantes de la normal regional de La Montaña, de la UPN, la escuela Intercultural y grupo de comerciantes, se manifestaron en la entrada del 93 Batallón de Infantería para exigir la presentación con vida de los 42 normalistas desaparecidos.
Desde las 10 de la mañana, integrantes del MPG se concentraron en una de las gasolineras que se encuentran a la salida de la ciudad y a medio kilómetro del cuartel militar, en donde realizaron un bloqueo a la gasolinera durante una hora y posteriormente se dirigieron en marcha hacia las instalaciones militares.
Al menos unas 500 personas, entre integrantes del MPG, estudiantes de la normal, UPN, Intercultural y un grupo de comerciantes independientes, marcharon hacia el 93 Batallón gritando consignas contra los militares.
Al llegar a la entrada del cuartel, los militares ya habían colocado una valla de protección con alambre de púas en la entrada, y un grupo de elementos resguardaban, además de la presencia del coronel de Infantería Luis Ernesto García Serrano.
“Este es un movimiento pacífico, venimos en apoyo a las familias de los 43 normalistas para hacer el siguiente planteamiento: el día de mañana inicia la búsqueda ciudadana; el planteamiento es que en su momento se hará entrega por escrito la solicitud para hacer la búsqueda dentro de este cuartel militar”, expresó un integrante del MPG.
El coronel de Infantería Luis Ernesto García Serrano, detrás de la barricada, respondió diciendo: “a todos los alumnos, profesores y padres de familia; hemos escuchado con atención sus expresiones, entendemos que vengan a platicar para llegar a un acuerdo en donde ustedes puedan entrar a este cuartel para buscar rincón a rincón a las personas que ustedes dicen, no tenemos ningún inconveniente”.
Informó al movimiento que tendría que entregar un documento de petición que se turnaría a la Secretaria de Gobernación, y ellos estipularían la hora, tiempo y gente que entraría a realizar la búsqueda en el cuartel.
A continuación videos difundidos a través de redes sociales, que captan diferentes momentos del enfrentamiento:
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Fuente: Entre Noticias/La Jornada/Agencias