por Rubén Luengas
La tortura es algo esencialmente vergonzoso que se practica en la sombra y busca siempre impunidad en diferentes países del mundo. Recordemos el caso funesto de la religiosa Dianna Ortiz.
El 2 de noviembre de 1989, la religiosa estadounidense Dianna Ortiz fue secuestrada, violada y torturada por elementos de las fuerzas de seguridad de Guatemala bajo la supervisión de un ciudadano norteamericano, según informó primero la propia monja cuando después de su tormento logró regresar a Estados Unidos:
“Tontamente pensé que ambos, mi gobierno y el pueblo estadounidense, estarían profundamente indignados al saber que un norteamericano estaba al mando de un escuadrón de torturadores en otro país. Todo lo contrario, tuve que pagar el precio por decir la verdad. La primera reacción de mi gobierno fue declarar que yo no había sido torturada, que yo era parte de un complot político para que el Congreso estadounidense le negara fondos de ayuda al ejército de Guatemala”.
El problema para que triunfara esa calumnia, es que la hermana Ortiz tenía en su espalda y en todo el cuerpo las huellas de quemadura de más de 111 cigarrillos. Entonces la historia cambió, pero no como la hermana hubiera deseado. Así lo contó ella misma :
“Aún así no había sido yo torturada. Las quemaduras habían venido, y cito,’por el comportamiento inusual de una lesbiana’ que se salió de control”.
En octubre de 1996, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, reconoció finalmente la veracidad de las declaraciones de Dianna Ortiz y condenó al Gobierno de Guatemala, pero sin hacer mención de Estados Unidos ni de su embajador, Thomas F. Stroock quien fue señalado por haber bloqueado las investigaciones.
Hermana Dianna Ortiz en Guatemala
Sombra muy densa requiere la tortura para transgredir secreta e impunemente los marcos del derecho internacional y del sentido más elemental de dignidad humana.
El pasado 9 de marzo, el relator de la Organización de Naciones Unidas, Juan Méndez, presentó la evaluación de su investigación sobre tortura realizada en México entre el 21 de abril y el 2 de mayo de 2014, concluyendo que la tortura en ese país es “una práctica generalizada” y revelando más tarde, como respuesta al disgusto gubernamental por su diagnóstico, que había recibido presiones para minimizar su informe:
“Hubiera sido una falta de ética de mi parte haber sucumbido a presiones que recibí en ese primer momento para que cambiara de parecer, cuando toda la evidencia que tengo ratifica mi evaluación”, declaró el relator Juan Méndez.
El gobierno mexicano se le echó encima al relator Méndez porque el calificativo “generalizada” incluido en su informe podría significar un crimen de lesa humanidad y tener consecuencias ante la Corte Penal Internacional (CPI) que podría atraer el caso y abrir una investigación contra el Estado mexicano.
Después de la controversia generada por el desencuentro entre el relator Méndez y el gobierno mexicano, este último reconoció finalmente en un comunicado oficial que la tortura es “una práctica a la que todavía se recurre en distintas formas y que no ha sido del todo erradicada”, pero rechazando nuevamente que se trate de algo generalizado.
Más allá de esa discusión puntual, ¿No es acaso México un país estructuralmente torturado? ¿Cuántos mexicanos experimentan condiciones cotidianas de inevitabilidad de la violencia sin poder sustraerse de ella, de peligrosidad permanente y durabilidad incierta ante la que individual y colectivamente han quedado en absoluta indefensión?
Para nadie es un secreto la existencia de áreas geográficas de México dominadas por situaciones extremas de violencia, crimen, impunidad, miedo, cuyas repercusiones sobre las personas implica la pérdida de la autoestima y hasta la presencia de serios trastornos psíquicos y emocionales.
La tortura ha sido definida como “un instrumento de violencia destinado a destruir la integridad moral y física del ser humano, reducir su existencia a la expresión vital más degradada y anular su voluntad para disponer enteramente de las personas y sus vidas”. ¿No está siendo aplicada estructuralmente esta receta perversa de dominación social para desalentar incluso formas de oposición y resistencia no violenta ante la imposición de las nuevas hegemonías políticas, culturales y económicas de la globalización aplicada en México?
En su libro, “La doctrina del shock”, la periodista e investigadora canadiense Naomi Klein, sostiene que el “auge del capitalismo del desastre” basado en las políticas económicas del Premio Nobel Milton Friedman y de la Escuela de Economía de Chicago, se ha dado no porque sus medidas fueran popularmente aceptadas, sino a través de impactos muy poderosos en la psicología social, a partir de desastres o contingencias que provocan conmoción y confusión, lo que ha sido aprovechado para realizar reformas que son de hecho impopulares.
Según Naomi Klein el capitalismo exacerbado o fundamentalista siempre ha necesitado de catástrofes, de la promoción social del miedo y de la parálisis colectiva para avanzar su agenda. “A través del shock se fuerza a la gente a obedecer”, sostiene Klein.
México es un país en “shock”, donde a comunidades enteras les ha sido secuestrada la confianza en sí mismas y les han sido destruidos sus vínculos de solidaridad y de legítimo derecho a la auto defensa. México es un país física y psíquicamente torturado por la violencia, la inseguridad, la impunidad, la corrupción. Por los efectos perniciosos de una falsa guerra contra el crimen organizado, que de ser cierta, hubiera perseguido ya a los verdaderos peces gordos que operan desde una densa sombra en los circuitos políticos y financieros.
México es un país en “shock” ahí donde ya no salen libremente los niños a jugar con sus amigos a la calle, ahí donde prevalece el miedo justificado a sufrir un asalto, una violación, un secuestro o un asesinato.
Según el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal A.C. (CCSPJP), “el secuestro se disparó en México durante los primeros 27 meses del gobierno de Enrique Peña Nieto, acumulando un total de cinco mil 389 casos, cifra que representa mil 860 casos más que los registrados durante los últimos 27 meses de gestión de su antecesor Felipe Calderón”. Los estados más afectados siguen siendo el Estado de México (420 casos), Guerrero (351 casos), Michoacán (338), Veracruz (288), Morelos (283), Tabasco (219), Distrito Federal (157), y Jalisco (123), según datos del CCSPJP.
Cuando la tortura en términos estrictos se ha aplicado contra las personas de manera regular y “generalizada” en diferentes partes del mundo, es porque “ha sido utilizada como instrumento de control político-social, afectando no sólo a aquellos que fueron sus víctimas directas o potenciales, sino a todo el conjunto de la sociedad. Difundida y ocultada a la opinión pública por los gobiernos, tiene un efecto ejemplificador, generando un clima de amedrentamiento y temor orientado a inhibir a nivel social cualquier manifestación disidente u opositora”, señalan estudios sobre el significado psicosocial de la tortura”.
¿No encierra la desaparición criminal de los 43 de Ayotzinapa un mensaje autoritario que pretendió obtener la sumisión de sus compañeros sobrevivientes, la de sus familiares y por añadidura la de otros movimientos de resistencia organizada ante la versión mexicana del llamado “nuevo orden internacional?
Si una nación es una entidad moral colectiva con identidad y carácter forjado a través de sus luchas en la historia, ¿Qué es hoy el pueblo mexicano que entre presidentes y políticos traidores, elecciones fraudulentas, pánico por epidemias de influenza, enfrentamientos de bandas criminales, regadero de cadáveres, decapitados, asesinados, secuestrados, feminicidios, violaciones, desaparecidos, pobreza extrema, marginación y despido de periodistas incómodos, se queda de espectador ante la imposición de un neoliberalismo pornográfico capaz de privatizarlo todo en nombre de un progreso inexistente?
De acuerdo con el informe del relator Juan Méndez, las víctimas de maltrato y tortura en México son por lo general personas de bajos recursos, de sectores sociales marginados que fueron detenidos por una presunta vinculación con el crimen organizado, pero señala la existencia de varios casos en los que personas sin aparente relación con el crimen, fueron detenidas y forzadas a firmar declaraciones obtenidas bajo tortura y sentenciadas en algunos casos por esas mismas declaraciones.
¿Qué ocurre entonces en México con el derecho a la defensa jurídica de inocencia frente al poder estatal, propio de una sociedad democrática y con el derecho a la integridad física y moral de las personas?
Escribía este artículo cuando recibí la llamada telefónica de alguien que fue víctima de tortura en su país, que trabaja desde Los Ángeles a favor de los derechos humanos y que sabía el tema de lo que estaba escribiendo. Me hablaba para compartirme una cita bíblica que a su vez comparto con ustedes:
“Recuerden a los que están en prisión como si estuvieran en la cárcel con ellos; a los que están siendo torturados , como si los estuvieran torturando a ustedes mismos” (Hebreos 13-3)
Sombra muy densa requiere la práctica aberrante de la tortura para escabullirse y vergonzoso sería quedarnos de espectadores, en México y en el mundo, ante una humanidad cada vez más amenazada.
Les comparto el comentario que dejo Ismael Campuzano, de Nicaragua, en una de mis páginas de Facebook sobre este artículo: "Se biene aplicando desde hace mucho tiempo y lo presencie en Nicaragua, cuando los Contras despellejaron a un maestro en su salon de escuela, para aterrorizar a los habitantes y maestros de la comarca, donde cumpli con mi servicio de voluntario con La Brigada Internacionalista, Abraham Lincoln; en apoyo con La Revolucion Sandinista. Si, es la misma receta y se demostro que esa perversidad dio mas impulso a resistir hasta las ultimas consequencias. Hay que recordar que los que aplican esa doctrina, ya no son seres humanos, son sychopatas, seres sin alma, mercenarios de paga por los que presumen tener el poder sobre todas las cosas. Sabemos quienes son y son ellos los que precisamente viven en el Temor".
mientras Se sigan reclutando gente sin preparación y con la cultura del terror , no se terminara la tortura que se ha venido practicando por décadas . Aunque se venia utilizando como medio de intimidación a los opositores de la nomenclatura política y como es el mismo gobierno Quien lo ejerce no hay castigo alguno para nadie .pero me parece que fue en la época de López Portillo cuando se hizo más notorio con su secretario de seguridad y amigo de la infancia El Negro Durazo y toda su banda de delincuentes. Todas las corporaciones policiacas te podían fabricar un delito y te " calentaban "hasta que aceptabas ser culpable, sobretodo cuando te levantaban donde no había testigos o algún conocido. Personalmente pase una experiencia de ése tipo dónde caminando por una calle cargando herramientas de mi cuñado que es mecánico me subo a un taxi paran el taxi me sacan del pelo sin explicación alguna ,me suben a un auto sin placas o marcas de ningún tipo que lo identifica cómo oficial y me llevan. Me empezaron a pegar y preguntar donde las había robado -yo solo tenía 18años- eran cuatro gorilas que me sacaron fuera de la cuidad cerca de un río entre sembradíos de maíz. Primero pararon en una farmacia compraron gasas y vendas y luego en una tienda agua mineral, me llenaron la boca de gasas y vendaron la cara dejando la nariz descubierta solamente, amarraron mis extremidades hacia atrás y mientras uno ponía agua mineral en mi nariz otro me golpea en el estomago y otro en los oídos el otro sentado encima de mi impedía que me moviera. Cuando se cansaron abrieron la puerta del auto y uno dice "si logras cruzar el canal sin que te peguemos un balazo te puedes ir" yo estaba adolorido y sangraba de mis oídos mis rodillas estaban lastimadas y apenas podía caminar. No conformes me llevaron a mi casa donde mi madre asustada les corroboró que las herramientas que yo cargaba pertenecían al taller mecánico de mi cuñado. No les importo y dijeron que sería libre sólo si les entregaba un dinero que mi madrecita les dio y nunca me dijo cuanto fue. Entonces la tortura existe,existió y existirá a menos que allá un cambio de paradigma que re enfoque la sociedad mexicana.
Sr Rubén. Sabe, cada vez que veo, oigo,etc.etc..de la tortura en México y la impunidad k prevalece me da tristeza y decepcion, pork no pasa nada k castigue,o quite ese abusó y más tristeza m da k todavia faltan 3 años más de tortura para todos los mexicanos y k vamos hacer sólo aguantar pork ya lo vemos con los padres de los 43 con la censura a los periodistas,y el colmó cuestionar al Sr k mando la ONU a investigar como si estubiera inventandolo el vaya cinismo en fin SOLO DIOS SABE QUE VA A PASAR
Entiendo su frustración María, pero no tenemos más opción que reaccionar desde nuestros ambientes cotidianos para hacer la diferencia, ahí en casa, en el trabajo, en el vecindario, en donde quiera que vayamos y la diferencia viva y camine en nosotros. ¿Me explico?
En el estado de Guerrero; MÉXICO, SECUESTRABAN SISTEMÁTICAMENTE, niños a las afueras de las escuelas, maestros, directores y padres de familia, decenas sino cientos no volvían,
algunos fueron encontrados desollados, cabezas colgadas en los puentes, quemados vivos…..cuerpos mutilados afuera del ayuntamiento, a los directores les pedían dinero disque por seguridad…..a los maestros que reciben la nomina los torturaban para entregar los datos de los maestros con más sueldo…..es apabullante el terror que se vive en México,yo me pregunto….qué llevo a estas personas a vivir de ese modo, qué los hizo perder su humanidad,….EL HAMBRE, LA DESESPERACIÓN DE NO TENER UN FUTURO (y de ninguna manera los excuso, pero como maestra se que tener pan y un techo seguro NO HACE DELINCUENTES)….luego entonces QUÉ VA HA PASAR….AHORA CON LOS DESPIDOS MASIVOS EN PEMEX, en otras empresas que ya estan haciendo recortes de personal…..QUÉ VA A SUCEDER….
Que terrible experiencia Juan Perez, lo pero de todo es que al final debiste dar gracias de sobrevivir, yo conocí el caso de una mujer que fue golpeada violada, torturada, mutilada de senos, por 4 policías uniformados, cuando la llevaron a su casa la familia los recibieron como héroes,…..ella por supuesto enmudeció, por muchos años hasta que pudo volver hablar contó su historia….EL TUYO.. como tantos otros que se viven a diario en mi país, que es en realidad en todo el mundo; la pregunta es ¿QUÉ HACER?…..lo mínimo es prepararse, conocer nuestros derechos, usar las redes como el medio más efectivo de comunicación, la noticia viaja a millones en segundos, obvio no votar por los partidos que ya conocemos como corruptos…..y…..¿QUÉ MÁS?….¿QUÉ MÁS?…..quiza…estar unidos en contra del NEOLIBERALISMO.
Es cierto lo q plantea estamos en shock !
Creo que México esta viviendo desde hace años una impunidad insostenible,pero ahora la situación es cada vez mas descarada u con tintes de esclavitud encubierta, a muchos todavía no les cae el veinte,tristemente.
Sin barco esto seguramente oeorara ahora que los gringos pueden andar libremente armados.en territorio nacional y seguramente con impunidad absoluta aunada a la ya existente!!!!