El día martes 27 de enero del año 2009 un automóvil viajaba por Circuito Interior, una de las principales arterias vehiculares de la ciudad de México, capital del país. En el auto viajaban dos pasajeros, Wilfrido Rodríguez y el científico de nacionalidad francesa Christopher Augur, quienes de pronto fueron interceptados por varios vehículos que les impidieron el paso, de uno de estos descendió un individuo que disparó sin dudar, directamente a la cabeza de Augur, dejándolo gravemente herido, falleciendo cuatro días después.
Dos días después, la noche del 29 de enero, sorprendiendo por la rapidez, el entonces Procurador General de Justicia del Distrito Federal, hoy Jefe de Gobierno de la misma entidad gracias al impuso electoral que le diera el ex candidato a la presidencia Andrés Manuel López Obrador, se presentó en vivo en el noticiario estelar de la cadena Televisa, conducido por Joaquín López Dóriga, anunciando la detención de 4 hombres, señalándolos como culpables sin temor a duda, del asesinato del ciudadano francés, siendo reconocidos «plenamente» por el único testigo de los hechos.
En esta intervención de Mancera ante las cámaras, presentó el retrato hablado del culpable del asesinato, según revelaban sus «investigaciones», mismo que derivaría en el arresto del supuesto perpetrador del crimen, sin embargo, ahora se da a conocer en un reportaje elaborado por la cadena Univisión, que dicho retrato había sido elaborado después del arresto del inculpado, afirmando en el reportaje, que tal decisión «fue tomada literalmente por las autoridades mexicanas que querían evitar la mala imagen internacional que genera este tipo de noticias».
En el momento de la detención, los supuestos autores del crimen, se encontraban en el restaurant bar «La Flor de Mixhuca», e incluso, uno de ellos realizaba una llamada en el exterior del establecimiento. Los arrestos se realizaron, según señalaba el entonces procurador Miguel Ángel Mancera, gracias a una llamada anónima que denunciaba una «reunión de un grupo de delincuentes» en el lugar, sin que hasta ahora se presente prueba alguna de dicha llamada.
Según el reportaje presentado por Univisión, los cuatro detenidos fueron seleccionados al azar previamente a la aparición de Mancera en el noticiario de televisión, mediante un operativo policial en el sitio de los arrestos, presentándolos como culpables ante los medios sin que los señalados supieran siquiera los cargos que se les imputaban y sin tener acceso alguno a abogados, además de haber sido torturados, según indica la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.
Uno a uno, los detenidos fueron liberados tras no haber sustento de las acusaciones. El primero, de apellido Ortiz, fue puesto en libertad después de un breve arraigo. El segundo, de apellido Apatenco, acusado por el mismo motivo, fue puesto en libertad y murió en un accidente de tránsito un año después, en circunstancias extrañas, según señala la investigación ofrecida por Univisión. El tercer detenido, de apellido Valdez Larqué, sacerdote del Rito Tridentino, quien era acompañante de Apatenco en el lugar de las detenciones, fue arrestado al percatarse que la policía trataba de abrir su auto, estacionado en el exterior del establecimiento. El cuarto detenido, Miguel Ángel Herrera, señalado como el autor material del disparo y por ello el más expuesto ante los medios de comunicación, obtuvo su libertad el pasado mes de julio de 2014, tras la decisión de un juez, que consideró insuficientes las pruebas presentadas para demostrar su culpabilidad, sumado a los testimonios rendidos, que dejaban en claro que no podría haber cometido el crimen.
Hasta el momento no existen indicios de que las instituciones encargadas de impartir justicia en el territorio mexicano, tengan la intención de, siquiera, reabrir las investigaciones y de encontrar a los verdaderos culpables del asesinato, rechazando incluso las solicitudes de entrevista que la cadena Univisión ha enviado para obtener declaraciones, tras las recientes revelaciones.
Redacción/Entre Noticias
