El organismo oficial elevó del 3 al 4 -de una escala de 5- su nivel de alerta para Sakurajima ante el fuerte incremento de terremotos volcánicos en la zona desde primera hora de ayer. Este nivel insta a las poblaciones cercanas a “prepararse para la evacuación”.
Dicha orden afecta a los pequeños municipios de Arimura y Furusato, situados a unos 3 kilómetros de dos de los cráteres del volcán y donde viven algo más de 70 personas repartidas en medio centenar de hogares.
Por su parte, un responsable de Kyushu Electric Power, operadora de la central de Sendai, restó importancia al anuncio al considerar que una erupción no afectará al normal funcionamiento de la planta. “Aunque se produzca una erupción, creemos que no va a afectar a la central y por ello de momento no hemos tomado ninguna medida especial. Aun así, seguimos de cerca el estado de Sakurajima y estamos recogiendo datos al respecto”, explicó en declaraciones difundidas por la cadena pública NHK.
La Autoridad de Regulación Nuclear de Japón (NRA) también dijo a a NHK que no considera que una erupción pueda afectar a la central de Sendai. Sendai fue reactivada el pasado 11 de agosto tras dos años de apagón nuclear en Japón motivados por el accidente causado en la central de Fukushima por el terremoto y tsunami que arrasó el noreste del país en marzo de 2011.
Esta central es, además, la primera que opera con un estándar de seguridad más severo establecido por la NRA en 2013 para reforzar la protección de las instalaciones contra fenómenos naturales. La reactivación de plantas nucleares es una medida que rechaza más de la mitad de los japoneses, según muestran las encuestas, al considerar que podría repetirse una tragedia como la de Fukushima.
El encendido de Sendai se ha topado con las protestas de la población local, que denuncia que no hay protocolos que puedan activarse en caso de que una erupción del Sakurajima, 50 kilómetros al sureste, afecte a la central.
Japoneses se manifestaron contra la reapertura de esta central nuclear: