Del debate participaron Mauricio Pozo, ex ministro de Economía en el gobierno de Lucio Gutiérrez; Alberto Dahik, ex vicepresidente de la República, y Ramiro González, ex mandatario del directorio de Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social.
Los ejes del debate fueron la situación económica actual, agravada por la caída de los precios del petróleo y la apreciación del dólar; modelos vigentes y las acciones que ha emprendido el régimen para el escenario actual.
En el contrapunto se expusieron con vehemencia los puntos de vista divergentes sobre las temáticas expuestas.
“El fin último de la economía es el bienestar humano y vivimos en un país mucho mejor que hace ocho años, el país que siempre obedeció a las políticas neoliberales que nos quieren imponer”, dijo el mandatario al refutar a Pozo.
Este había mencionado que el país tiene un déficit comercial, problemas de desempleo, cierre de líneas de créditos del exterior, caídas de depósitos, atrasos con acreedores del Estado, entre otros.
Correa dijo que “nadie está negando los problemas”, pero cuestionó que se quiera presentar un escenario que aparente que “no se ha hecho nada”.
“Tenemos un precio del petróleo que se desplomó a la mitad, tenemos un dólar que se ha apreciado en 30%, perdimos cinco millones de exportaciones netas ¿quién está negando los problemas? Pero lo hemos hecho bien saldremos adelante”, puntualizó.
Durante el debate, González optó por llevar la discusión al campo político, eludiendo abordar el tema técnico que convocó el programa, lo que fue interpretado por el presidente Correa como un interés electoral del ex ministro de Industrias.
Correa refutó a Dahik quien comparó la situación económica de Ecuador con Grecia.
“Grecia tiene 160% de deuda pública, nosotros tenemos 33,34% ¿Cómo podemos comparar la situación de Ecuador con Grecia?”, planteó.
El mandatario también volvió a culpar a los gobiernos pasados por haber hundido al país y defendió su gestión, sobre todo en el beneficio que ha generado para las grandes mayorías.