Estudiantes, personal y profesores, evacuando las instalaciones del Centro Universitario de Umpqua, en la localidad rural de Roseburg, en el estado de Oregon
En julio de 2013 Illinois se convirtió en el Estado número 50 en promulgar la legislación que permite portar de manera oculta un arma. Esto significa que es perfectamente legal portar una arma de fuego oculta en público en todo el país con la excepción de la capital, Washington, DC, con ciertas restricciones sobre quiénes exactamente están permitidos y quienes no.
La primera legislación de este tipo en Estados Unidos fue promulgada en Georgia en 1976, aunque el verdadero impulso en esa dirección se ha dado en los últimos 15 años cuando 29 estados aprobaron esta legislación también conocida como “el derecho a llevar” (armas). La Asociación Nacional del Rifle y otros “adoradores” de las armas han trabajado muy duro para pasar estas legislaciones apoyados sobre la hipótesis de que “entre más armas, menos crimen”. Esta postula la idea de que “el aumento de los propietarios de armas respetuosos de la ley, hará que el país sea más seguro”.
De acuerdo con el Reporters Committee for Freedom of the Press, (Comité de reporteros por la libertad de prensa), solamente un estado, Nevada, proporciona acceso público a las identidades de personas que tienen permiso de portar armas ocultas.
La gran mayoría de los 4, 400 colegios y universidades de Estados Unidos prohiben la portación de armas de fuego en sus respectivos campus, política que según organizaciones estudiosas de la materia ha dado resultados positivos. Pero a pesar de ello, un creciente movimiento extremista pro-armas en Estados Unidos ha estado promoviendo litigios y legislaciones para forzar a los colegios y a las universidades permitir la portación oculta de armas.
Como resultado tenemos que escuelas en estados como Arkansas, Colorado, Idaho, Kansas , Mississippi, Oregon, Utha, Texas y Wisconsin, han sido forzados de diferentes maneras a permitir la portación de armas de fuego bajo las premisas de ese movimiento.
Rojo: permitido por ley la portación de armas ocultas
Gris: permitido por ley la portación de armas ocultas, pero las escuelas limitan los lugares y quienes pueden llevarlas.
Verde: armas ocultas en el campus prohibidas por ley
Amarillo: las escuelas decides su política de uso de armas
Naranja: Pistolas ocultas permitidas sólo en vehículos cerrados en los estacionamientos
Horrible ha sido la noticia de este primer jueves de octubre sobre un nuevo tiroteo fatal en Estados Unidos. Esta vez en el Centro Universitario de Umpqua, en la localidad rural de Roseburg, ubicada precisamente en Oregon, uno de los estados en los que se permite portar armas ocultas dentro de los campus colegiales y universitarios con sus especificaciones respectivas, según el portal especializado Armed Campuses.
Tras la tragedia, aparecieron encabezados de prensa muy similares a las de matanzas anteriores: “Autoridades investigan motivaciones de pistolero de Oregon (Videos y Fotos)”, se leía , por citar un ejemplo, en diferentes diarios en español, pero dentro de un panorama informativo semidesértico en lo que a causas profundas se refiere. No únicamente en cuanto al debate tradicional sobre la posesión y el control de armas en Estados Unidos, sino a la psique misma de una sociedad norteamericana «carente de objetivo metafísico», según autores estadounidenses como Morris Berman, quien no duda en afirmar que la sociedad actual de su país está “brutalmente atrapada en una creciente competitividad egoísta, individualista. Desprovista de límites y sin verdadero espíritu de vida colectiva”.
Tragedias como la de hoy, suelen ser convertidas desgraciadamente, en una mercancía más. En algo mediáticamente apetecible ante lo que los periodistas se esfuerzan para ver quién logra acaparar el mayor nivel de audiencia, de ojos, oídos, de emociones, pero no necesariamente de cerebros para reflexionar y pensar sobre la pregunta esencial que se planteara el 14 de diciembre de 2012, The Washington Post: Whay are mass shootings becoming more common? (¿Por qué los tiroteos masivos se están volviendo más comunes?). Como dijera Shakespere: that is the question
“Durante gran parte del siglo XX, hubo, en promedio, un puñado de asesinatos en masa por década. Pero ese número se disparo en 1980 y siguió aumentando desde entonces. En Estados Unidos. ha habido actualmente por lo menos unos 62 tiroteos masivos en los últimos 30 años y 24 tan sólo en los últimos 7 años”, señaló el diario a finales de 2012.
¿Cómo y por qué se ha llegado a esto en Estados Unidos? ¿Cómo se ha llegado a un punto en el que algunas personas piensan que es correcto disparar contra jóvenes de raza negra porque “parecieron sospechosos”? ¿Cómo se llegó al punto en el que jóvenes enfermos mentales pueden acceder a tener un arma o más entre sus manos para dispararlas contra niños, jóvenes o maestros en una escuela, contra una legisladora en la calle, contra los asistentes a una sala de cine para ver una película? ¿Cómo?
Valdría mucho la pena examinar verdaderamente a fondo cómo, quiénes y porqué, han alimentado brutalmente desde los medios de comunicación y los espacios públicos en general, la cultura adictiva de las armas, en la que incluso mentes infantiles son sumergidas por sus propios familiares, inculcándoles que se trata de algo fuertemente arraigado que forma parte esencial de su identidad nacional.
En este sitio que les comparto, encontrarán una buena parte de la respuesta a estas preguntas.
