El anuncio no sorprendió, pues Alexijevich, de 67 años, llevaba desde la víspera como favorita en las listas de apuestas. Se trata de la primera vez en la historia de los Nobel que se premia el género periodístico. La encargada de anunciar el galardón fue Sara Danius, la primera mujer que ocupa el cargo de secretaria permanente de la Academia.
Nacida en 1948 en la ciudad ucraniana de Ivano-Frankivsk, hija de padre proveniente de Belarús y de madre ucraniana, la autora estudió periodismo en la Universidad de Minsk entre 1967 y 1972.
Trabajó como profesora de historia y de lengua alemana, aunque pronto optó por dedicarse a su verdadera pasión, el reportaje, ejerciendo como redactora en varios diarios de su país.
Su primer libro, «La guerra no tiene rostro de mujer» (1983) -una obra basada en entrevistas con cientos de mujeres que participaron en la Segunda Guerra Mundial- le costó un litigio con las autoridades soviéticas, que impidieron su publicación.
Aunque ingresó en 1984 en la Unión de Escritores de la Unión Soviética, no pudo publicar hasta la llegada de la Perestroika en 1985 el primer volumen de su ciclo «El hombre rojo. La voz de la utopía».
Traducida a más de veinte idiomas, la obra narra el costo de la victoria sobre la Alemania nazi en la Gran Guerra Patria (1941-45), como se conoce en esa zona del mundo, la Segunda Guerra Mundial.
La Guerra de Afganistán, acontecimiento que precipitó la desintegración soviética, es el protagonista de «Los chicos del zinc» (1989), pero desde el punto de vista de los veteranos y de las madres de los caídas en el país centroasiático.
Para escribir esa obra, Alexievich dedicó cuatro años a viajar por la Unión Soviética e incluso visitó Afganistán, pero su publicación estuvo rodeada por la controversia, ya que la escritora fue acusada de profanar la memoria de los héroes de la guerra.
«Todos mis libros consisten en pruebas de los testigos, las voces de vida de la gente» -aseguró en una entrevista reciente.
Ha transcurrido un largo tiempo desde que un escritor de no ficción ganó el Nobel de Literatura, más de medio siglo desde que lo obtuvieron figuras como Bertrand Russell y Winston Churchill.