En su homilía, Francisco recordó a muchas víctimas inocentes que han sufrido conflictos armados por todo el mundo y lamentó que todavía muchos niños no tienen acceso a la educación. Según él, lo que queda de la guerra son «ruinas, miles de niños sin educación, tantos muertos inocentes. ¡Tantos! y tanto dinero en los bolsillos de los traficantes de armas».
En ese sentido, agregó que los que están desencadenado los conflictos armados y los que se benefician de la venta de armas «son malditos, son delincuentes», informa ‘The Independent‘.
Anteriormente, el papa había advertido que el mundo ya está viviendo un tercer conflicto bélico a escala mundial, el cual se está desarrollando de manera fragmentada a partir de conflictos, crímenes, masacres y destrucciones que recorren el planeta.
Por su parte, el Vaticano condenó «de la manera más radical» los atentados en París y manifestó que se trata de un ataque contra «la paz de toda la humanidad que requiere una reacción decidida y solidaria».