El vocero detalló que desde el inicio de la visita pastoral se ha insistido mucho en el tema, esto después de ser cuestionado sobre el aparente rechazo de los padres de los normalistas al ser invitados a la misa en Ciudad Juárez, a realizarse el miércoles, esto en una conferencia de prensa en San Cristóbal de las Casas.
Lombardi señaló lo densa que es la agenda papal en México, asimismo indicó que el Papa no puede hacer diferencia entre las víctimas y dar prioridad de unos sobre otros.
El jesuita vocero del Vaticano precisó: “Es un poco extraño que presione al Papa sobre lo que tiene que hacer. El Papa habla con todos con gran compresión y cercanía, con todos los que sufren violencia; él tiene en su corazón a cada uno de ellos, es consciente de la tragedia de los 43 y de muchas tragedias de otras personas que sufren».
Lo anterior fue dicho por Lombardi en respuesta a una pregunta sobre la versión de que los padres de los estudiantes normalistas no asistirán a la misa que el pontífice celebrará mañana miércoles en Ciudad Juárez, ceremonia para la cual sólo se les ofrecieron tres espacios en primera fila.
Desde hace semanas los padres y sus representantes gestionan una reunión con el pontífice a través del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, dependiente de la Compañía de Jesús, congregación a la que pertenecen el Papa y su vocero.
En su columna Astillero, del diario La Jornada, el periodista Julio Hernández dice que «la extrañeza del Papa es extraña».
«Más extraña resulta esa extrañeza papal si se toma en cuenta que el gobierno federal ha mantenido una abierta reticencia a que Francisco toque el tema de los 43 o reciba a los familiares que se mantienen en demanda de verdad y justicia. El Papa que envió a su nuncio apostólico en México a realizar una misa con los normalistas en Ayotzinapa y a decir que él, Francisco, estaba con ellos, ahora no sólo se niega a atender el más grave caso de impunidad de la narcopolítica gobernante, sino que incluso colabora a su estigmatización al denunciar por la vía de su vocero Lombardi que presionan para decirle lo que tiene que hacer».
Hernández describe muy puntualmente en su columna lo que muchos mexicanos, creyentes o no, están sintiendo y pensando sobre la negativa papal para reunirse con familiares de los normalistas desaparecidos, en coincidencia con lo que ha sido la postura gubernamental sintetizada en aquella famosa frase
«La concordancia de Francisco con la postura de Peña Nieto en cuanto a no dar relevancia en esta gira al tema de los 43 no ayuda a combatir de fondo las desigualdades e injusticias que en sus discursos religiosos ha venido pronunciando. Secuestrado políticamente por el aparato oficial, presto para atender a las élites y mostrarse junto a ellas, Francisco debería ser presionado por sí mismo (en congruencia con lo que en otras ocasiones y contextos ha parecido ser el talante de un Papa distinto, incluso con toques de rebeldía) para ayudar a que el caso Ayotzinapa no sea sepultado en el mar muerto de la burocracia procesal, el entrampamiento jurídico, e incluso la guerra propagandística sucia contra el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI)».
Conteo de los 43 al Papa en Morelia
Aquí el video del conteo por si el otro no se ve pic.twitter.com/7dZjU3Gumq
— Andrés Beltramo A. (@sacroprofano) febrero 16, 2016