El ex jefe de campaña de Barack Obama David Axelrod calificó de «terremoto» la muerte del juez Scalia
La Corte Suprema de Estados Unidos está compuesta por 9 jueces con cargos vitalicios y la muerte del juez Scalia podría cambiar el equilibrio de poder en el alto tribunal de Estados Unidos.
La mayoría conservadora de la Corte ha frenado recientemente los esfuerzos del Gobierno de Barack Obama en materia de cambio climático e inmigración.
El presidente Barack Obama podría nominar a un quinto juez liberal para la Corte Suprema, aunque el nombramiento debe de ser confirmado por el Senado, de mayoría republicana.
Sin embargo, las elecciones presidenciales de este año en Estados Unidos pueden dificultar que el sucesor de Scalia sea elegido antes de la votación de noviembre. Por tanto, lo más probable es que haya una batalla de meses, con la oposición ejerciendo bloqueo al nominado por el presidente Obama. De hecho, en una petición con intención descarada, el candidato republicano a la Casa Blanca Rafael ‘Ted’ Cruz, ha pedido que se deje el nombramiento del reemplazo de Scalia para el próximo presidente, con la esperanza de que ese cargo lo ocupe él.
Scalia fue nombrado por el presidente Ronald Reagan en 1986 y fue el primer italoestadounidense en ocupar un puesto en la máxima corte de EE.UU.
Nacido el 11 de marzo de 1936 en Trenton (Nueva Jersey), era católico, padre de nueve hijos y tenía 33 nietos.
Fue uno de los defensores más destacados del «originalismo» – una filosofía jurídica conservadora que cree que la Constitución de Estados Unidos tiene un significado fijo y no cambia con los tiempos.
El ex jefe de campaña de Barack Obama David Axelrod calificó de «terremoto» la muerte del juez, y advirtió que esta «resonará muy fuerte en las campañas presidenciales».
El fallecido juez era famoso por su sarcasmo y su conservadurismo. Como dijo ayer su compañera -y rival ideológica- Ruth Bader Ginsburg, «yo estaba en desacuerdo con casi todo lo que decía, pero me encantaba cómo lo decía».