«Gustavo Castro fue herido en el ataque, logró sobrevivir y es un testigo importante para las investigaciones por el asesinato de Berta Cáceres»
Según testimonio obtenido por Sputnik Nóvosti, el ambientalista mexicano fue dado por muerto por los asesinos de Cáceres.
«Los asesinos entraron a la casa disparando a matar, creyeron que mi hermano estaba muerto, porque sangraba de la cabeza por una bala que lo hirió en la oreja y lo abandonaron», dijo Oscar Castro Soto, también activista social, expresidente del Observatorio Latinoamericano de Trata y Tráfico de Personas.
El sobreviviente es un sociólogo exjesuita de 52 años, autor del libro ‘Las Aguas Negras de la Coca Cola’, quien había llegado desde México para ofrecer cursos de capacitación ecológica al movimiento dirigido por Cáceres, quien había recibido en Washington el prestigioso premio Goldman por la defensa de ambiente en abril de 2015.
Cáceres y Castro Soto preparaban una reunión del Movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivo Minero (M4), para proteger los ríos Blanco y Gualcarque, en una rica reserva de recursos naturales habitada por comunidades autóctonas hondureñas, blanco de un gran proyecto hidroeléctrico y minero.
Castro Soto también es miembro del consejo de coordinación del Movimiento Mexicano de Afectados/as por las Presas y en Defensa de lo Ríos (MAPDER), la Red Latinoamericana contra las Presas y en Defensa de los Ríos, sus Comunidades y el Agua (REDLAR).Además, pertenece a la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA) y el Movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivo Minero (M4).
Castro Soto es autor de una diversidad de artículos en defensa del ambiente, enfocándose en las temáticas relacionadas al agua, minas, cambio climático, monocultivos y otros megaproyectos, similar a la lucha que emprendía Berta Cáceres en Honduras.En abril de 2013, miembros del Copinh fueron reprimidos por oponerse al proyecto hidroeléctrico de Agua Zarca en Río Blanco por lo que el director de Otros Mundos le envió a la dirigente indígena lenca un mensaje en solidaridad con esta lucha.
Esos ríos en el suroeste de Honduras han sido afectados por la empresa hidroeléctrica Desa, que construye una represa con financiamiento internacional, desvía los ríos y deja sin agua a las comunidades de la etnia lenca, explicó Castro Soto a Sputnik Nóvosti.
Organizaciones mexicanas de derechos humanos exigieron el jueves al gobierno de Honduras garantizar la seguridad de un mexicano que se encontraba en la casa de la activista hondureña Berta Cáceres cuando fue asesinada por desconocidos.
«Gustavo Castro fue herido en el ataque, logró sobrevivir y es un testigo importante para las investigaciones por el asesinato de Berta Cáceres», alertó en un comunicado el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas.
A ese llamado se sumó el Movimiento Mesoamericano en contra del Modelo Extractivo Minero, que en un comunicado pidió al gobierno hondureño la «protección inmediata» de Castro «para que, una vez que haya brindado su declaración ante el Estado hondureño, pueda regresar sin contratiempos a México».
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El periódico hondureño El Heraldo, reporta también la versión de que el ambientalista mexicano fue dado por muerto.
«Los criminales dieron por muerto al extranjero y salieron de la casa. Minutos después los vecinos y los encargados de la seguridad de la residencial llegaron a la vivienda y al verificar que el mexicano estaba con vida lo trasladaron a un centro asistencial, en donde permanece bajo el resguardo de elementos de la Policía Nacional, Fuerzas Armadas y la Dirección de Inteligencia del Estado».
Entre Noticias/Sputnik/Agencias