La activista ambiental Vandana Shiva ha advertido sobre el riesgo que significa para México el cultivo del maíz transgénico
En enero de 2014, durante la celebración del 99 aniversario de la primera Ley Agraria, promulgada por el entonces presidente Venustiano Carranza, Enrique Peña Nieto señaló que ese año su gobierno iba a promover una profunda reforma al campo, para ponerlo al día y hacerlo más competitivo. Dos meses más tarde Peña Nieto le puso pausa a sus planes.
Dos años después, El País cita en su reportaje a Manuel Bravo, director de la compañía en Latinoamérica, quien dijo al diario estar confiado en que una vez resueltos los problemas legales que enfrentan en tribunales, el tema será parte de la agenda de la actual administración, ya que el gobierno mexicano «ha sido muy claro de lo importante de estas tecnologías en el campo”.
¿Importantes para quiénes y para qué?
Monsanto lo que busca es duplicar sus ventas en México durante los próximos cinco años, según declaró un representante de la compañía a la agencia Reuters.
En agosto de 2015 un tribunal mexicano revocó una medida de hace dos años que impedía que las corporaciones biotecnológicas como Monsanto sembraran maíz transgénico. De hecho en México, el 70% de las ventas de la empresa se compone de semillas de maíz transgénico.
Organizaciones como Greenpeace, aseguran que corporaciones agroquímicas transnacionales como Monsanto, Bayer, Syngenta, Pioneer y Dow Agroscience tratan de controlar la agricultura del mundo, y en particular al maíz, y a través de la promoción de variedades de semillas transgénicas. Los planes de Monsanto, ha dicho Greenpeace, son convertir la producción agrícola y alimentaria mundial en un gran experimento genético, totalmente dependiente de sus semillas patentadas.
La activista ambiental Vandana Shiva ha advertido sobre el riesgo que significa para México el cultivo del maíz transgénico, pues puede ocurrir lo mismo que con el algodón en la India, su país de origen, donde Monsanto se apropió de centros de origen y diversificación de las semillas. En India el 95% de las semillas que ahora se cultivan son transgénicas, lo que ha significado la aniquilación de cientos de productores. De igual manera, Monsanto ha destruido a campesinos en todo el mundo. Shiva recuerda el caso Punjab, región donde actualmente sólo se cultiva dos de 250 alimentos tradicionales; miles de campesinos se han suicidado por no poder pagar regalías por los cultivos a Monsanto.
Además, como bien apunta el reportaje de El País, el 73,9% de la población mexicana considera que el consumo frecuente de alimentos genéticamente modificados puede ser dañino para la salud, según una encuesta del INEGI.
De acuerdo con Greenpeace, México se ha vuelto blanco de Monsanto y otras empresas que pretenden liberar sus variedades de maíz transgénico. El campo mexicano representa un gran negocio para la industria. En países donde se ha autorizado el cultivo de maíz transgénico se ha demostrado su imposible coexistencia con variedades convencionales, nativas y orgánicas. La contaminación transgénica de un centro de origen y diversidad genética de un grano representa el monopolio total del mismo. Por eso, es fundamental que la cuna del maíz no permita la siembra de maíces transgénicos.
Descripción de El maíz transgénico
Esta es la primera de dos partes de un informe sobre el maíz transgénico en México con una entrevista a Silvia Ribeiro, directora para América Latina de ETC Group.
Realización: Margarita Pesoa