Riad teme que la promulgación de una ley de ese tipo lleve a los familiares de las víctimas de los hechos del 11 de septiembre de 2001 a emprender acciones judiciales contra Arabia Saudita y que algún juez estadounidense decida entonces ordenar el congelamiento de los fondos sauditas depositados o invertidos en Estados Unidos.
La Administración de Obama habría llevado a cabo conversaciones con los congresistas intentando convencerlos de rechazar el proyecto de ley por considerarlo una amenaza para las relaciones diplomáticas y la economía del país. El próximo 21 de abril, el presidente realizará una visita oficial a Riad.
Los expertos en temas económicos señalan que retirar de Estados Unidos 750 000 millones de dólares es una operación que no puede concretarse rápidamente y que, si finalmente llegara a realizarse, tendría consecuencias negativas para la moneda y la economía sauditas.
Un informe de las investigaciones del atentado del año 2001 contiene un capítulo secreto de 28 páginas que aún no se ha hecho público. Según el ex senador Bob Graham, quien formó parte de la investigación, esta información revelaría la red que hizo posible el ataque múltiple y los canales de su financiamiento.
El informe señalaría cómo los terroristas recibieron respaldo del Gobierno, de fundaciones caritativas y de súbditos ricos de Arabia Saudita.
Los familiares de las víctimas son los principales interesados en que los documentos se hagan públicos y han utilizado por varios medios revelar las fuentes de financiamiento de los terroristas. Aquellos que representan a las familias de las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001 anunciaron en octubre de 2015 que apelarán la decisión del juez federal de distrito George Daniels, tras haber dicho que no existen evidencias suficientes como para probar la participación de Arabia Saudí en el financiamiento del grupo terrorista Al-Qaeda en los atentados del 11-S.
James Kreindler, abogado de uno de los grupos demandantes, expresó entonces que el juez “se equivocó”, mientras que otro abogado, identificado como Jerry Goldman, hizó hincapié en que “una apelación haría justicia, justo la que las familias de las víctimas del 11-S merecen”.
Los expertos concluyen que Riad no puede castigar a Washington sin castigarse a sí mismo. Pero la familia real de Arabia Saudita es partidaria del proverbio que afirma que la venganza es aún más bella cuando exige algo de sacrificio.
«Saudi Arabia Warns of Economic Fallout if Congress Passes 9/11 Bill»
Mark Mazzetti, The New York Times, 15 de abril de 2016.
Entre Noticias/Agencias/ The New York Times