Por primera vez desde la transición, será un Rey el que convocará a elecciones en España.
El monarca le ha comunicado a Patxi López, presidente del Congreso, que «no formula una propuesta de candidato a presidente del Gobierno». Aunque se da por hecho que, como consecuencia de la falta de apoyos de los principales candidatos, el país se verá abocado a unas nuevas elecciones generales que se celebrarían el próximo 26 de junio, la Casa Real no especifica en su comunicado nada al respecto.
Ya durante la jornada del lunes el rey Felipe VI daba por hecho, a través de sus declaraciones, la celebración de unas nuevas elecciones en España. Consciente de la dificultad de lograr un acuerdo, sus conversaciones con las formaciones con menor representación parlamentaria se centraron más en cómo se habían de afrontar los nuevos comicios más que en una llamada al pacto y a las negociaciones.
El propio monarca pidió, en estas conversaciones, que se hiciera todo lo posible por reducir los gastos de la campaña electoral, que rondan normalmente unos 170 millones de euros, y que hagan lo posible por no cansar a los electores durante el mes previo. En todo caso, los gastos fijos de unas elecciones generales difícilmente bajarían de los 136 millones de euros, una cantidad casi idéntica a la de los comicios del 20 de diciembre y que es casi imposible de recortar, salvo que los partidos políticos renunciaran a los más de 49 millones de euros que supone el envío de propaganda electoral.
¿Todavía queda tiempo?
A pesar de que todo se encamina hacia la disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones, el plazo legal para la investidura no expira hasta el próximo lunes 2 de mayo lo que, en teoría, permitiría un acuerdo in extremis. Para ello, haría falta que se propusiera un candidato mañana miércoles -algo ya descartado-, de modo que el presidente del Congreso, Patxi López, pudiera convocar un pleno de investidura para 48 horas después, el viernes 29 o como muy tarde el sábado 30 de abril. Previamente, López debería reunirse con Felipe VI para que diera curso al decreto en el que se propondría al candidato a la investidura y, con el decreto en la mano, reunir a la Junta de Portavoces del Congreso para acordar los detalles de ese pleno de urgencia.
