Increíble la respuesta que dio a una reportera la encargada del registro de votantes en el Condado de Maricopa en marzo pasado. La reportera preguntó de quién fue la culpa de las largas filas. Respuesta: «De los votantes por hacer la fila»
Durante su tiempo de espera, Faith fue testigo de cómo mucha gente frustrada abandonó la fila y de cómo los encargados de la mesa de votación se mostraban aturdidos y retrasando con su errático comportamiento la agilidad del proceso.
El caso de Faith Decker no fue un hecho aislado. Miles de personas no pudieron finalmente votar en Arizona porque les dijeron lo mismo: que no aparecían en las listas de registro para votar después de horas de espera. Se trata de una verdadera catástrofe que deja muy mal parada la imagen de la democracia en ese estado donde en la trinchera demócrata terminó ganando la ex secretaria de Estado Hillary Clinton.
Suena a la crónica de un fraude anunciado al estilo de algún “país bananero” o al de un país con añeja experiencia en fraudes electorales como México, pero resulta que esto ocurrió aquí, en Estados Unidos, país que se considera así mismo y se presenta ante el mundo como ejemplo y faro mundial de lo que debe ser la democracia.
¿Fue lo ocurrido en Arizona un acto de incompetencia por parte de los organizadores o estamos ante una deliberada táctica de supresión del voto o para decirlo llanamente: de un fraude electoral?
Una reportera local del Condado de Maricopa, cuestionó a la encargada de la Oficina de Registro de votantes, Helen Purcell, sobre a quién se debiera responsabilizar por las largas filas de votación. La respuesta de la señora Purcell fue realmente increíble: “A los votantes por hacer las filas”.
Esa respuesta, dijo un conductor de una televisora extranjera, equivale a decir que los niños pobres que se mueren de hambre en el mundo “tienen la culpa por no comer lo suficiente”.
La reportera cuestionó la respuesta de Helen Purcell quien trató de corregir diciendo lo siguiente: “Bueno, no son culpables por hacer la fila, pero los votantes acudieron a los sitios de votación y no estoy culpando a nadie”.
A regañadientes, Purcell dijo que tal vez ellos tenían la culpa por no haber ofrecido los suficientes centros de votación como en ocasiones anteriores.
«Votar debe ser fácil y rápido, no tan difícil al punto que desanime a la gente a votar”, dijo Ben Monterroso, director ejecutivo de Mi Familia Vota. “Instamos al Departamento de Elecciones y Registro del condado a realizar una investigación que determine los factores que crearon este retraso e implemente las medidas necesarias para corregir los problemas inmediatamente”.
Lo cierto es que, mientras en las votaciones de 2012 fueron instalados 200 centros de votación para que los ciudadanos emitieran su voto, el pasado martes 22 de marzo la cifra se redujo a únicamente 60 centros de votación. Las matemáticas no mientes para saber quiénes son los responsables de este hecho grave y contrario al espíritu de lo que es una democracia.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos, ha abierto una investigación exigiendo al condado de Maricopa, en Arizona que proporcione información para que el gobierno federal determine si cumplieron o no con los derechos que los votantes tienen para ejercer el voto libremente.
Entre Noticias