La madrugada de este miércoles, la cámara de Diputados convirtió en ley el proyecto que declara la Emergencia Ocupacional por seis meses, durante los cuales regirá la doble indemnización por despidos y cesantías sin justa causa, que el presidente Mauricio Macri rechaza abiertamente y vetaría en las próximas horas.
Está oficiosamente anunciado que el gobierno del Pro vetará la ley aprobada; lo que resta saber es si sólo anulará el artículo de la doble indemnización o el cercenamiento será completo.
La diferencia radica en que se «suspenderían» los despidos masivos durante 180 días. En el entrecuzamiento de las discrepancias quedan atadas al peor castigo las pequeñas y medianas empresas.
Casa de gobierno, comunicó a los periodistas acreditados que la respuesta será rápida, para evitar costos políticos más graves.
En paralelo, mientras las centrales de trabajadores del estado y algunos sindicatos preanuncian medidas de fuerza, trascendió que ha perdido peso el anunciado paro general. En medio, siguen pesando los fondos para las obras sociales. Pero, una comunicación a la prensa, de parte de la CTA de Pablo Micheli, dice que «la CGT y la CTA se organizan para «salir a la calle» si Macri veta la ley antidespidos». Quizás el saldo sea una medida intermedia.
Con la mayoría de votos del Frente para la Victoria y el apoyo del Frente Renovador, de Sergio Massa, la Cámara de Diputados convirtió en ley el proyecto que suspende los despidos por 180 días y establece una doble indemnización. El oficialismo presenció el debate y a la hora de la votación se abstuvo.
De esta manera, Cambiemos facilitó la aprobación del proyecto con la estrategia de aprobar el proyecto que menos costo político le hará pagar a Macri al vetarlo, que se produjo con los votos del kirchnerismo y sus aliados, el Bloque Justicialista, que lidera Diego Bossio, y otras bancadas opositoras; entre ellas, la del massismo, a último momento.
Los tres diputados que votaron por la negativa fueron el chubutense Sixto Bermejo (Trabajo y Dignidad), el massista José Ignacio de Mendiguren y el salteño Alfredo Olmedo.
El diputado Sergio Massa criticó la abstención anticipada por el oficialismo por considerar que Cambiemos firmó un dictamen de comisiones de minoría en el que rechaza la doble indemnización.
Hasta el martes a la tarde, el oficialismo tenía previsto rechazar ese dictamen del kirchnerismo y Bossio, que así no iba a reunir los votos suficientes para ser convertido en ley, lo que hubiera provocado que pasara a votarse el de Cambiemos, que fue el segundo más votado en las comisiones de Legislación Laboral y de Presupuesto y Hacienda.
Como se descontaba que el de Cambiemos tampoco reuniría los votos suficientes en el recinto, iba a pasar a votarse el dictamen de Massa, que negociaba el apoyo del Frente para la Victoria-PJ y en principio también contaba con el apoyo del oficialismo, pero el interbloque Cambiemos finalmente se abstuvo.
Tras las bambalinas, en el oficialismo argumentaron su abstención en la necesidad de que Macri vete cuando antes la ley para no continuar horadando la imagen del Gobierno en la opinión pública, en un escenario de inflación, estancamiento económico y despidos y cesantías.
Si el oficialismo acompañaba la iniciativa de Massa, que introducía modificaciones, el proyecto debería volver a ser girado al Senado, donde el resultado era incierto.
Tras casi seis horas de debate de una sesión maratónica, que se inició a las 12.30 del miércoles, la ley antidespidos, que tenía la media sanción del Senado, fue aprobada a las 5.46. Minutos después de terminada la sesión, legisladores y funcionarios de Cambiemos reiteraron que el presidente Mauricio Macri vetará la norma porque, como dijo el titular del interbloque Cambiemos, Mario Negri, la norma «no va a resolver el problema del desempleo».
En tanto, el presidente del bloque por el Frente para la Victoria, Héctor Recalde, alertó que «hay muchos despidos y esto (la ley) tiene que ser un mensaje» hacia el Gobierno y las empresas, y señaló que «si el Presidente la veta va a existir otro veto: es el veto de los trabajadores».
En su intervención, la titular de la bancada por el Frente Renovador, Graciela Camaño, advirtió que «esta es como una sesión testimonial» porque «se va a votar una mala ley que mañana (por hoy) va a estar vetada».
“Sería un grosero error político que Mauricio Macri vete esta ley, está desconociendo al sector del trabajo y a una situación generada por ellos, por los ajustes”, ha dicho el diputado Jorge Taboada, por el partido opositor Frente Renovador.
Por su parte, el jefe del bloque Justicialista, Oscar Romero, pidió al mandatario que «antes de firmar lo que va a firmar, que piense que muchos trabajadores han perdido el empleo y seguramente muchos lo habrán votado y otros no, pero son trabajadores».
El massista Marco Lavagna aclaró que «si bien es cierto que no es una mega ola de despidos, hubo tantas suspensiones como en todo el año de 2015», lo que a su entender es «una antesala de un problema que se va agravando y tenemos que tomar medidas».
En tanto, el secretario general del gremio de los canillitas, Omar Plaini, expresó que «solamente estamos pidiendo un atenuante para esta situación que está afectando a miles de trabajadores», mientras que Héctor Daer, otro de los diputados de extracción sindical, remarcó que «necesitamos garantizar el empleo de los que lo tienen».
En momentos en que la Administración de Macri ya ha amenazado con vetar esa “herramienta ilegal” según sus dichos, algunos líderes sindicales han advertido de que convocarán a una huelga general, si el Gobierno intenta impedir que esa ley se lleve a la práctica.
Así se pronunció el presidente argentino:
Entre Noticias/Agencias Andes