Chelsea Manning revela las duras condiciones que vivió tras su detención en 2010

El texto de la exsoldado denuncia que existen entre 80.000 y 100.000 prisioneros en Estados Unidos sometidos a condiciones similares y asegura que este régimen de aislamiento es “arbitrario, abusivo e innecesario en muchas situaciones”. Por ello llama a poner fin a esta práctica de forma urgente desde el espacio que le concede el diario The Guardian.

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Chelsea Manning

El exsoldado y analista de inteligencia del ejército de los Estados Unidos, Bradley Manning (ahora Chelsea Manning), quien cobrara notoriedad internacional después de haber filtrado por medio de la plataforma independiente Wikileaks, miles de documentos clasificados que evidenciaban las irregularidades ocurridas en las guerras de Afganistán e Irak, incluyendo el polémico video filmado en 2007, mismo que mostraba a dos helicópteros estadounidenses AH-64 Apache abriendo fuego contra un grupo de iraquíes, muriendo 12 de ellos, incluidos dos colaboradores de la agencia de noticias Reuters. Dichas filtraciones derivaron en una acusación formal por parte del Pentágono contra Manning, quien fuera finalmente condenado en agosto de 2013 a cumplir una pena de 35 años de prisión por «ayudar al enemigo» entre otras decenas de cargos más.

Es ahora que Chelsea Manning, por medio de un relato publicado en el diario británico The Guardian que saca a la luz las temibles condiciones que sufrió tras su encarcelamiento en el año 2010.

“Poco después de llegar a la prisión militar temporal del Campamento Arifjan, en Kuwait, durante mayo de 2010 me metieron en un agujero negro de encarcelamiento aislado por primera vez. En cuestión de dos semanas ya estaba barajando suicidarme.”

 

Manning denuncia en el relato que tras un mes de vigilancia antisuicida, fue transferido a EE.UU., territorio en donde fue confinado a una celda de 2 x 2.5 metros dentro de la base de la Marina en Quantico, dentro del estado de Virginia, en condiciones «altamente restrictivas» y sin supervisión psiquiátrica, lugar donde permaneció 9 meses más.

Pasaba 17 horas sentada directamente frente a dos marines que lo vigilaban, continúa Chelsea Manning describiendo las circunstancias en las que se encontraba durante aquellos primeros meses de detención.

«No me estaba permitido acostarme. No me estaba permitido apoyar mi espalda contra la pared de mi celda. No me estaba permitido hacer ejercicio. A veces para evitar volverme loca, me levantaba, caminaba o bailaba, ya que balar no estaba considerado ejercicio por la Marina».

 

Cada dos días le permitían, asegura, salir a un campo de baloncesto vacío, pero siempre acompañado por tres guardias de la prisión. La caminata se realizaba con los grilletes puestos en los pies y pasados 20 minutos, volvía a la celda. Cuenta que si se paraba antes, antes debía volver a su celda. Tenía derecho a dos horas de visitas por mes. Podía ver a sus amigos, familiares o abogados a través de un cristal “gordo”, resalta. Permanecía esposado de pies y manos durante toda la conversación.

Las únicas conversaciones que no eran monitoreadas eran las que se realizaba con sus abogados. En Noruega, por ejemplo esto está reservado a asesinos y narcotraficantes con delitos graves, tal es el caso del asesino de 77 personas, Anders Breivik.

Manning recuerda que el propio enviado especial de la ONU para la tortura, Juan Méndez, denunció el trato “cruel, inhumano y degradante” al que se le había sometido, con un tiempo “excesivo” de aislamiento.

El texto de la exsoldado denuncia que existen entre 80.000 y 100.000 prisioneros en Estados Unidos sometidos a condiciones similares y asegura que este régimen de aislamiento es “arbitrario, abusivo e innecesario en muchas situaciones”. Por ello llama a poner fin a esta práctica de forma urgente desde el espacio que le concede el diario The Guardian.

Edward Snowden, la otra persona que filtró papeles confidenciales más tarde a la misma plataforma, permanece bajo asilo político en Moscú para evitar enfrentarse a la justicia estadounidense y además el fundador de Wikileaks, Julian Assange, esquiva a la justicia sueca en un caso de presuntos abusos sexuales, lo cual lo ha llevado a permanecer recluido en la embajada de Ecuador en Londres, mientras afirma que se trata de una persecución política y teme ser extraditado a Estados Unidos.

 

Entre Noticias/Agencias

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