Cuando es señalada la luna, dice un proverbio chino, «el bobo se queda viendo el dedo». Muchos son los bobos que se quedan viendo a los maestros como generadores de caos sin entender que son efecto y no causa.
Nos parece una lectura muy importante ante la guerra psicológica del gobierno de Enrique Peña Nieto contra los maestros disidentes que han venido siendo víctimas del terrorismo mediático, tal como lo describe Carlos Fazio en su libro: Terrorismo Mediático. La construcción social del miedo en México, (México: Editorial Debate, 2013)
Manuel Gil Antón refiere incluso a «notas clasistas y racistas» contenidas en la construcción de una generalización muy injusta sobre el perfil profesional de los maestros disidente:
Lo que desafortunadamente, muchos mexicanos no alcanzan a comprender, es que la protesta de los profesores, es síntoma de lo que pudiera llegar a estallar más contundentemente en el país, pues no hay furia equiparable a aquella que nace de la humillación crónica, y nadie que tenga un mínimo de conocimiento de la realidad mexicana, puede negar que millones de personas en México han sido y siguen siendo víctimas de dicha humillación.
No se equivocan los que vienen denunciando en México la instalación progresiva de «una dictadura hormiga que va capturando los espacios y cerrando la pinza«. El libro, «La trampa de la globalización. El ataque contra la democracia y el bienestar», de Hans-Pefer Martin y Harald Schumann, narra cómo en septiembre de 1985, quinientos expertos se reunieron en San Francisco a puerta cerrada para estudiar el panorama del siglo XXI. Sus predicciones fueron aterradoras: en el futuro, el 80 por ciento de la humanidad tendrá que vivir a expensas del 20 por ciento restante: «No habrá puestos de trabajo para más». Quienes toman las decisiones en los multimillonarios fondos de inversión y las grandes multinacionales dan «jaque mate a los Estados nacionales y los políticos actúan como si sólo pensaran en dar carta blanca a las fuerzas económicas más brutales, renunciando a toda regulación». Vamos a un mundo de guetos para ricos y enormes ciudades para los pobres.
Ese es el contexto internacional de fondo de la protesta del movimiento magisterial contra todo el paquete de reformas impulsadas desde Los Pinos, donde a millones de mexicanos, «ni los ven ni los oyen», porque conforman la masa sobrante que deberá ser ofrecida en sacrificio al «todo poderoso rey mercado» cuya gramática le rinde culto a palabras sagradas de su vocabulario como competitividad y ganancia.
La reforma educativa , escribió hace ya tiempo Pablo Moctezuma Barragán, «tiene como propósito cancelar derechos laborales y la permanencia en su empleo de millones de maestros y de pasar los costos de la educación a los padres de familia, con lo que han llamado «autonomía de gestión», que niega la educación gratuita y, por lo tanto, el Artículo 3 de la Constitución. El objetivo es la privatización de la educación y la destrucción de la educación pública».
Cuando es señalada la luna, dice un proverbio chino, «el bobo se queda viendo el dedo». Muchos son los bobos que se quedan viendo a los maestros como generadores de caos sin entender que son efecto y no causa. La mayoría de sus inquisidores ni siquiera han leído los documentos publicados por la CNTE sobre el porqué de su disidencia .
¡No a la violencia! La Reforma Educativa se fincó en la humillación del magisterio:la crítica y oposición no debe humillar a nadie.No vale!
— Manuel Gil Antón (@ManuelGilAnton) 31 de mayo de 2016
Compartimos finalmente un video en el que Carlos Fazio explica la importancia de la lucha de los maestros como quizá la última de las resistencias.
Rubén Luengas/Entre Noticias