Volvió a mancharse de sangre el Estado Mexicano: ¿Quedará impune una vez más?

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Nochixtlan - Represion

¿Pero de qué educación habla a fin de cuentas un gobierno que dispara contra su población?

Por Rubén Luengas

El domingo 19 de junio en Nochixtlán, Oaxaca, armas policiacas de alto poder fueron descargadas mortalmente contra la población que apoya a sus maestros contra la imposición de algo que el gobierno mexicano llama: “reforma educativa”.

Arturo Cano, reportero del diario La Jornada, entrevistó a un profesor de Nochixtlán quien dijo haber presenciado cuando los uniformados, apoyados por policías vestidos de civil, comenzaron a disparar.

“Los disparos fueron directos.  A cada uno de los compañeros los ejecutaron a corta distancia y a otro le dispararon cuando estaba escondido debajo de un coche”.

Como en el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, se ha abierto en Oaxaca un capítulo más de mentira, impunidad y cinismo, en el que el gobierno hará todo lo posible por tratar de vendernos su “verdad histórica”.  Se pide ya una investigación independiente capaz de clarificar lo que verdaderamente ocurrió el domingo 19 de junio en Nochistlán, pero recordemos la actitud del gobierno de Peña Nieto ante los informes sobre Ayotzinapa del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) o el reporte de los médicos  forenses argentinos.

¿Pero de qué educación habla a fin de cuentas un gobierno que dispara contra su población?

Decía Nelson Mandela que “un gobierno que emplea la fuerza para imponer su dominio, enseña  a los oprimidos a usar la fuerza para defenderse”

Sustituyendo a Emilio Chuayffet, quien se retiró del cargo argumentando “problemas de salud”, Aurelio Nuño Mayer llegó a la Secretaría de Educación Pública de México con el encargo de poner en marcha la llamada “reforma educativa”.

Aurelio Nuño acompaña a Enrique Peña Nieto desde que el presidente era gobernador del Estado de México, y cuando en 2012 se concretó con éxito el plan político-mediático para poner a Peña Nieto en la presidencia, Nuño fue nombrado coordinador de Educación en el equipo de transición del mexiquense, participando desde entonces en la planeación de dicha reforma, cuyo problema más grave, desde la perspectiva del investigador del Colegio de México, Manuel Gil Antón, es que se le llame “reforma educativa” a algo que carece en sí de “modelo educativo”.

“El problema educativo mexicano, obviamente tienen que ver con la preparación de los profesores, nadie lo puede negar, pero también tienen que ver con unos planes y programas de estudio extraordinariamente deficientes, llenos de contenido y muy poco de capacidad formativa, altamente memorísticos y pocos desarrolladores de la inteligencia y del pensamiento crítico”, ha dicho Gil Antón sosteniendo que la llamada “reforma educativa” se fincó en “la humillación de los maestros”.

 

El señorito Aurelio Nuño, aspirante a heredero presidencial de su jefe Enrique Peña Nieto, dijo que el diálogo con los maestros disidentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), tras los hechos sangrientos  de Oaxaca, serían de corte político, no educativo”. ¿Ignora Nuño que los maestros luchan justamente contra la postura oficial que saca del contexto político y social de sus comunidades el proceso educativo? 

Los maestros de la CNTE, quieren dialogar sobre la propuesta de un método educativo basado en el principio del respeto absoluto por el entorno social y cultural de los educandos y su capacidad para crear y desarrollar una conciencia crítica transformadora de su realidad.

Cuando tuve la oportunidad de viajar a la Ciudad de México hace unos años y platicar con algunos de estos maestros que mantenían un plantón en el Zócalo, me dijo un maestro que su propuesta pedagógica se apoyaba mucho en las enseñanzas del pedagogo brasileño, Paulo Freire, que es una pedagogía basada en la libertad, la justicia y la igualdad entre los hombres y cuyo  núcleo central radica en “reconocerle voz al oprimido, para que juntos, educador y educando, construyan el saber”, según el contexto político y social en el que se está inmerso.

Mientras para el señorito Nuño se puede hablar de “educación” por separado de lo político, desde el paradigma del poder gubernamental en el que está inmerso, pensando más que otra cosa en que la puesta en marcha de la “reforma educativa” le sirva meritoriamente para la sucesión presidencial, para Freire la educación es un proceso que se da sólo dentro de un determinado ámbito político y social, proponiendo una pedagogía de la pregunta y no de la obediencia, una pedagogía  de la esperanza liberadora, y no lo que Freire llamara “educación bancaria o depositaria que es lo que el gobierno de Peña Nieto quiere imponer bajo el pretexto de insertar a México a la “modernidad”.

Cuando Aurelio Nuño dice que para el actual gobierno “la prioridad es la educación”, no está diciendo que en las escuelas de México se trabajará intensamente para estimular y desarrollar las capacidades innatas de los estudiantes, para la transformación de sí mismos, de su realidad regional y nacional, ni para la formación de ciudadanos con capacidad crítica ni la creación de condiciones políticas, económicas y sociales que, dentro y fuera de las aulas, impulsen el protagonismo de su propio desarrollo integral y el de la edificación de sus vidas como seres libres y pensantes. Lo que está diciendo en realidad, es que el gobierno utilizará todos los medios posibles a su alcance, incluido el de la fuerza policiaca, para imponer la adaptación del pueblo mexicano al paradigma del llamado “orden internacional” y al lugar que al país en ese “orden” le ha sido asignado.

El gobierno de Peña Nieto no entiende lo educativo como un proceso de diálogo y comunicación, de reflexión- acción, que de ninguna forma se da en el vacío, sino en situaciones concretas de orden social, económico y político, llenas de intereses. El planteamiento gubernamental sobre la educación carece por completo de una visión educativa liberadora, y fortalecedora de una personalidad nacional mexicana capaz de interactuar dignamente con el mundo.

La idea de escuela que se nos propone dentro de la concepción que el gobierno mexicano tiene de la educación, es la de un proyecto proveedor estratificado de trabajos y tareas, según las necesidades estandarizadas de la dictadura del mercado global. Proyecto que tiene mucho más que ver con la ingeniería social que con encender la llama de la imaginación, de la creatividad, de la reflexión y del pensamiento crítico.

Como ha dicho recientemente el poeta chiapaneco, Oscar Oliva, aunque muchos mexicanos adiestrados por los medios de comunicación no puedan entenderlo: “La lucha de los maestros es por la democracia y por la justicia”.

Por lo mismo se luchaba en aquel año de 1968 en el que se terminó masacrando a estudiantes en la Plaza de Tlatelolco, tal como ahora el Estado mexicano se ha vuelto a manchar de sangre al emplear la fuerza para imponer su dominio. ¿Quedará impune una vez más?

Hoy Los Angeles

 
Artículo de Rubén Luengas originalmente publicado en: Hoy Los Ángeles

Video del Frente Autónomo Audiovisual sobre el porqué del rechazo a la llamada «Reforma Educativa»

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