Los Calderón en México, buscan reproducir, más o menos, lo que buscan los Clinton en Estados Unidos: volver a gozar de las mieles del poder. En ese sentido, una vez más para el pueblo mexicano cobra sentido aquella cita de Milan Kundera: «La lucha del hombre contra el poder es la lucha de la memoria contra el olvido«.
El expresidente Felipe Calderón, le ha dicho a los mexicanos que Margarita Zavala tiene «mayor experiencia» frente a otros candidatos a la Presidencia de la República «porque le ha tocado conocer la realidad del país desde una perspectiva diferente». ¿La perspectiva que ofrece ser esposa del presidente y eso que se denomina la «primera dama»?
Según publica el periodista Álvaro Delgado en la revista Proceso, Margarita Zavala, quien ha dicho estar dispuesta a buscar la presidencia de manera «independiente» si no la logra por el Partido Acción Nacional (PAN), «oculta sus bienes que conjuntamente con su marido, Felipe Calderón, ascendían hace tres años a casi 18 millones de pesos«.
«No hay nada de eso. No hay nada, al contrario», declaró Zavala en octubre de 2014 al diario mexicano El Universal al rechazar que su familia o colaboradores del Gobierno de su esposo se hayan enriquecido. Afirmó también que su familia puede hoy caminar por las calles de México con tranquilidad y confiada en que nadie les hará reclamos.
Es la primera vez en la historia de México en que una primera dama se convierte en candidata a la presidencia, recorriendo así el camino que en su momento realizó Cristina Fernández de Kirchner en Argentina o el caso arriba mencionado de Hillary Clinton en Estados Unidos.
El protagonismo de su predecesora durante el gobierno de Vicente Fox, Martha Sahagún, fue tan grande que los ocupantes de la residencia oficial de Los Pinos fueron identificados como «la pareja presidencial». No fue el caso de Zavala quien durante seis años no recordamos haya protagonizado algún escándalo mediático o algún tipo de exabrupto, lo que de ninguna manera la habilita, por el hecho en sí mismo, como cualidad para poder decir que eso la hace ser, completamente al margen de su género, persona viable para volver a Los Pinos, ahora como presidenta.
Mientras el expresidente Vicente Fox no terminó con el conflicto en Chiapas «en 15 minutos», si participó en cambio en una ceremonia de investidura presidencial de Felipe Calderón que duró únicamente cinco minutos tras el escándalo que sintetiza la frase de Calderón ante cámaras de televisión sobre la manera en que «ganó» las elecciones de 2006: «Haiga sido como haiga sido«.
Según dijo Margarita Zavala en una entrevista radiofónica, refiriéndose a aquello de que López Obrador era un peligro para México, ella no puede ahora «cargar con las circunstancias que se dieron en una campaña electoral, (…) lo que se dijo y los contrastes. Ha pasado tiempo y me parece que del pasado hay que sacar las lecciones, pero no tienen por qué marcarnos hacia el futuro«.
¿Borrón y cuenta nueva para la exprimera dama a quien López Obrador se refiere como «la señora de Calderón»?
Para el tabasqueño, la implicación en referirse a Zavala como «la señora de Calderón», no tiene que ver con una posición machista, sino con que la relación entre quienes ocuparon ya una vez Los Pinos no se limita a un asunto sólo de matrimonio, sino de «vínculo político e ideológico”
“No somos tontos los mexicanos. Tonto es el que piensa que el pueblo es tonto. Se robó el marido, su esposo, la Presidencia en 2006. (Calderón) usurpó el gobierno y convirtió al país en un cementerio», señaló recientemente López Obrador.
“Si su único argumento para hablar en mi contra es con quien estoy casada, entonces no tiene ningún argumento en mi contra”, respondió por su lado Margarita Zavala.
Por lo pronto aquí les compartimos el enlace de la publicación de Álvaro Delgado titulada: Margarita Zavala oculta sus bienes
Rubén Luengas/Entre Noticias