Hayden murió el domingo en Santa Mónica tras una larga enfermedad, indicó su esposa, Barbara Williams.
Hayden murió el domingo en Santa Mónica tras una larga enfermedad, indicó su esposa, Barbara Williams.
El activista, que una vez fue tachado de traidor por sus críticos, cambió de rumbo en su vida y ganó elecciones a la Asamblea y el Senado estatales de California, donde sirvió durante casi dos décadas. Como legislador siguió siendo una voz señalada en causas progresistas como la educación y el medio ambiente. Fue el único miembro de los radicales «8 de Chicago» en alcanzar esa distinción en la política convencional.
Hayden siguió siendo una voz influyente contra la guerra y pasó sus últimos años como prolífico escritor y profesor, defendiendo reformas en las instituciones políticas de Estados Unidos.
«Ha fallecido un gigante político y un querido amigo. Tom Haydon luchó más duro por aquello en lo que creía que casi cualquier al que yo haya conocido. DEP, Tom», escribió en Twitter el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti.
A political giant and dear friend has passed. Tom Hayden fought harder for what he believed than just about anyone I have known. RIP, Tom.
— Eric Garcetti (@ericgarcetti) 24 de octubre de 2016
Escribió o editó 19 libros, incluido «Reunion», unas memorias sobre su camino hacia las protestas y una reflexión sobre las convulsiones políticas de la década de 1960.
«Rara vez en la historia de Estados Unidos, si acaso, ha empezado una generación con ideales más altos y ha sufrido un trauma mayor que aquellos que vivieron plenamente el breve periodo de 1960 a 1968», escribió.
Hayden acaparó titulares en la década de 1960 por su activismo radical, su matrimonio con la actriz Jane Fonda y sus viajes al norte de Vietnam durante la guerra de Vietnam.
En 1968 ayudó a organizar manifestaciones en contra de la guerra durante la Convención Nacional Demócrata en Chicago que se volvieron violentas y derivaron en el conocido juicio de «Los 7 de Chicago». Comenzó como «Los 8 de Chicago», pero a uno de los acusados, Bobby Seale, se le negó contar con un abogado de su elección y el juez ordenó que fuera retenido y amordazado. Más tarde, Seale recibió un juicio separado.
Tras un juicio caótico, Hayden y otros tres acusados fueron condenados de cruzar fronteras estatales para incitar disturbios. Las condenas fueron revocadas más tarde y un informe oficial describió los incidentes violentos como «un disturbio policial».
El juicio fue registrado en libros, una obra de teatro y un texto escrito por Hayden, «Voices of the Chicago 8: a Generation on Trial».
Abajo en la imagen, Rubén Luengas con Tom Hayden en el Colegio de Pomona
Abajo en la imagen, Miguel Tinker Salas, Rubén Luengas y Tom Hayden en el Colegio de Pomona
Entre Noticias/Agencias