La vida de millones de niños en el mundo no se ha topado aún con la ternura. Todo para ellos ha sido transformado en desgarrador e inconmensurable sufrimiento.
«Esta nueva y enorme cifra, que representa las vidas y esperanzas de más de 500 millones de niños, nos recuerda de manera concluyente que nuestra misión es más urgente cada día», ha señalado el director ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake. De estos niños, 393 millones, viven en el África subsahariana, seguida de Oriente Próximo y el norte de África, donde reside el 12 por ciento de ellos.
Las repercusiones de los conflictos, los desastres naturales y el cambio climático obligan a los niños a abandonar sus hogares, aumentan el riesgo de que contraigan enfermedades y sean víctimas de la violencia y la explotación.
En Siria, a medida que la violencia sigue aumentando, el número de niños que viven en estado de sitio se ha duplicado en menos de un año, llegando a 500.000 menores. En Sudán del Sur, casi el 60 por ciento de los niños en edad de asistir a la educación primaria no van a clase y, además, una de cada tres escuelas está cerrada en las zonas afectadas por el conflicto. En Haití, dos meses después de que el huracán Matthew arrasara el país, más de 90.000 niños menores de cinco años siguen necesitando ayuda
«Tanto si los niños viven en un país en conflicto como en un país en paz, su desarrollo es fundamental no solo para su futuro individual, sino también para el futuro de sus sociedades», ha añadido Lake.
UNICEF ha asegurado que a pesar de los importantes avances logrados, muchos niños están siendo marginados debido a su género, raza, religión, origen étnico o discapacidad, por vivir en la pobreza o en comunidades de difícil acceso.
Entre Noticias/Agencias