«En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad«. (Arthur Schopenhauer)
El también director de la Filarmónica de Los Angeles fue escogido para dirigir esta presentación dedicada a los valses, polkas y marchas de los Strauss padre e hijo, que es el concierto de música clásica más difundido en el mundo y transmitido en 93 países.
En conferencia de prensa previa al evento, tras escuchar el famoso «Danubio azul» de Johann Strauss hijo, el joven y carismático director de orquesta venezolano dijo que sentía que «puede lograr el paraíso en paz».
Andreas Großbauer, presidente de la Orquesta vienesa y primer violín, dijo que «todavía escucha en su oído el grito» de felicidad de Dudamel cuando lo llamó para pedirle si deseaba dirigir esta manifestación organizada en la sala del Musikverein.
La orquesta y el director se conocen, pues han dado 46 conciertos juntos.
Además de «La marcha de Radetzky» de Johann Strauss padre, la Filarmónica compuso un programa de quince piezas.
Los músicos de la Filarmónica estrenaron prendas de los creadores Vivienne Westwood y su esposo de origen austriaco Andreas Kronthaler.
Entre los famosos antecesores de Gustavo Dudamel figuran Herbert von Karajan, Daniel Barenboim, Zubin Mehta, Lorin Maazel y Mariss Jansons.
Gustavo Dudamel encarna y defiende el modelo venezolano «El Sistema», de donde surgió, fundado en 1975 y que tiene 230 conservatorios de música cerca de medio millón de jóvenes de escasos recursos.