Varios jefes de inteligencia se reunieron el viernes pasado con Trump y le entregaron un resumen de dos páginas sobre estas informaciones, potencialmente vergonzosas pero que no han sido verificadas, informaron CNN y The New York Times, citando a funcionarios sin identificar pero cercanos al encuentro.
Trump negó enérgicamente las informaciones y dijo ser víctima de una «caza de brujas».
«Rusia nunca ha tratado de tener influencias sobre mí. ¡No tengo nada con Rusia – nungún acuerdo, ningún crédito, nada de nada!», escribió el magnate inmobiliario de 70 años en su cuenta de Twitter.
Russia has never tried to use leverage over me. I HAVE NOTHING TO DO WITH RUSSIA – NO DEALS, NO LOANS, NO NOTHING!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 11 de enero de 2017
«Las agencias de inteligencia nunca deberían haber permitido que esas falsas noticias ‘se filtraran’ al público. Un último disparo contra mí. ¿Estamos viviendo en la Alemania nazi?», agregó Trump, que se convertirá en presidente en apenas nueve días, el 20 de enero.
Intelligence agencies should never have allowed this fake news to "leak" into the public. One last shot at me.Are we living in Nazi Germany?
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 11 de enero de 2017
«Noticias falsas; ¡una caza de brujas total!», afirmó.
Informe comprometedor
El resumen de los jefes de inteligencia entregado a Trump y al presidente saliente, Barack Obama, se basa en 35 páginas de memorandos rusos -fechados entre junio y diciembre de 2016- con detalles comprometedores sobre el presidente electo.
El dossier, que ha circulado en Washington informalmente durante semanas, fue publicado por BuzzFeed, generando una fuerte polémica mediática porque no ha sido corroborado por ninguna fuente oficial.
Uno de ellos alude a la existencia de un vídeo de carácter sexual filmado clandestinamente por los servicios rusos durante una visita a Moscú en 2013, supuestamente para luego chantajearlo.
El documento, redactado por un exagente del contraespionaje británico considerado creíble por los servicios estadounidenses, menciona también a supuestos intercambios de informaciones durante varios años entre Trump y su entorno, y el Kremlin, en ambas direcciones.
Moscú rechazó categóricamente las acusaciones.
«El Kremlin no tiene informes comprometedores sobre Trump», dijo este miércoles a la prensa el portavoz del presidente ruso, Vladimir Putin, Dimitry Peskov, quien afirmó que esas alegaciones pretenden «minar las relaciones bilaterales» entre Washington y Moscú. «Es una total falsedad», añadió.
La tensión entre Washington y Moscú se analiza este miércoles también en el Senado, que celebra la audiencia de confirmación del expresidente de ExxonMobil Rex Tillerson como secretario de Estado del gobierno de Trump.
Tillerson, considerado cercano a Putin, aseguró no obstante a los senadores que las «recientes actividades» de Rusia van en contra de los «intereses estadounidenses» y que es poco probable que alguna vez Rusia sea aliada de Estados Unidos.
La inteligencia estadounidense concluyó tras la elección del 8 de noviembre que Moscú interfirió en la elección presidencial, pirateando los servidores de la campaña demócrata, para ayudar a Trump y contribuir a la derrota de Hillary Clinton.
Trump ha admitido que Moscú podría haber llevado a cabo ese pirateo, pero rechazó de plano que lo hubiera hecho para favorecer su victoria y tachó de «estúpido» a quien se oponga a tener unas mejores relaciones con Rusia.
También consideró que los demócratas son culpables del mismo porque incurrieron en una «negligencia» en materia de ciberseguridad.
La actuación de Trump ante la prensa será mirada con lupa, en un momento en que los sondeos muestran que su ya sombría tasa de aprobación se deteriora a medida que se acerca el día en que asumirá el poder.
Según una encuesta de la Universidad de Quinnipiac, un 52% de sus votantes cree que Trump será un líder «no tan bueno» o «malo», y un 51% considera que está haciendo un mal trabajo como presidente electo.
Trump y el famoso muro
En su primera rueda de prensa formal tras haber ganado las elecciones, celebrada este miércoles, Trump se pronunció sobre el muro que prometió construir en la frontera con México.
No será una «cerca», sino un «muro», ha afirmado corrigiendo al periodista que lo interpeló al respecto.
Trump dijo que «podría esperar un año y medio hasta que terminaran las negociaciones con México» para alzar el muro, pero ha afirmado que no lo hará. El magnate anunció que empezará las negociaciones con el país vecino en cuanto asuma el poder.
En sus palabras, EE.UU. y México «no tenemos ni siquiera una frontera, sino un coladero abierto».
Entre Noticias/Agencias