Fue el propio Gobierno veracruzano a cargo del gobernador interino, el también priista Flavino Ríos, quien le abrió la puerta de un helicóptero a Duarte para que desapareciera como «señor de los cielos».
Durante la primera quincena de marzo, las autoridades detuvieron a Flavino Ríos, ex gobernador interino de Veracruz, con la acusación de que encubrió a Javier Duarte y lo ayudó a escapar, habiendo incurrido así en el delito de tráfico de influencias y abuso de autoridad.
Mientras tanto, agobiadas bajo el peso inconmensurable de su dolor, las madres que integran el Colectivo Solecito no paran de buscar con sus propios recursos a los protagonistas de por lo menos 100 casos de desaparecidos y desaparecidas en el estado de Veracruz.
Escuchar entrevista a Lucía Díaz: Gobierno de Veracruz no tiene presupuesto para identificar restos humanos encontrados en fosas
Para financiar sus pesquisas, el colectivo obtiene recursos gracias a la venta de ropa usada y organizando rifas.
Recientemente, Solecito logró el hallazgo de 249 cuerpos en una fosa clandestina ubicada en la zona conocida como Colinas de Santa Fe, a 15 minutos del centro del puerto de Veracruz.
En la revista Proceso, Jenaro Villamil señala que las fosas de Veracruz son parte de una tragedia nacional.
Morelos, Tamaulipas y Guerrero
No sobra en este contexto recordar que en una entrevista radiofónica realizada en 2009, cuando aún era secretario de Finanzas del gobierno de Fidel Herrera, el ahora prófugo ex gobernador de Veracruz dijo que el personaje de la historia con el que él más se identifica, es nada más y nada menos que el dictador español Francisco Franco, entre otras cosas porque «tenía su mismo timbre de voz«.
En el Veracruz de ese admirador de Francisco Franco, municipios como el de Tierra Blanca ejemplifican lo que caracterizó la gestión de Javier Duarte, según declaró hace un año el sacerdote Miguel Gómez Espinosa al diario electrónico Sin Embargo.
Independientemente de lo mucho que se puede decir en materia de derechos humanos sobre el país emisor, el 3 de marzo pasado Estados Unidos presentó su informe anual sobre derechos humanos destacando la “impunidad en los abusos de los derechos humanos” en México.
El documento del Departamento de Estado, que evalúa la situación de los derechos humanos a nivel mundial, subrayó la gravedad de los abusos y la violencia de la policía y las fuerzas armadas en su vecino del sur.
“La policía y las fuerzas armadas participaron en actividades criminales como las ejecuciones ilegales, la tortura y la desaparición de personas”. (Informe del Departamento de Estado)
Es de recalcar que el fiscal de la localidad ha afirmado que para que se llevara a cabo lo ocurrido en Veracruz «se debió haber contado con la complicidad de las autoridades»:
«Es imposible que nadie se haya dado cuenta de lo que sucedió aquí, y de que ingresaban y salían vehículos. Si eso no fue con complicidad de la autoridad, no entiendo de qué otra manera (fue)», dijo a la prensa el fiscal Jorge Winckler Ortiz, quien asumió el cargo en diciembre pasado tras un cambio de gobierno.
Reflexión Entre Noticias
No es requisito ser protagonista de los desplazamientos humanos hacia la «tierra prometida» al norte de México y vivir ahí en la periferia de la sociedad estadounidense, para ser parte de los hijos de la patria perdida.
La nostalgia por el «México lindo y querido«, por el «Veracruz, rinconcito de patria que sabe sufrir y cantar»; donde «son tus noches, diluvio de estrellas, palmera y mujer», es la experiencia de una pérdida sufrida en y desde la permanencia en el terruño, en el pedacito de patria que para muchos nunca ha sido «suave«, pero no tan espeluznantemente perversa como lo que hay detrás de la tragedia nacional de las fosas clandestinas en diferentes partes de México.
El enemigo de fondo a vencer es la maraña de los protagonistas de la política jodida, de las mentiras jodidas en ropas elegantes; y de la impunidad acumulada, cínica y tan jodida en México.
Redacción/Entre Noticias