Temer ha negado las acusaciones en su contra y les ha dicho a los parlamentarios aliados en una reunión que no van a echarle de la Presidencia del país.
El magistrado Edson Fachin, instructor del caso Petrobras en el Supremo, dio luz verde a la petición realizada por la Procuraduría General de la República, por lo que Temer pasa a ser formalmente investigado en el marco de la operación Lava Jato.
El mandatario brasileño ha negado las acusaciones en su contra y les ha dicho a los parlamentarios aliados en una reunión que no van a echarle de la Presidencia del país. «No renunciaré. Repito. No renunciaré y exijo una esclarecimiento pleno de todo»», declaró Temer después en un mensaje a la nación transmitido desde el Palacio Presidencial de Planalto.
El diario O Globo informó el miércoles por la noche de que Temer se reunió en marzo con Joesley Batista, el presidente de la empresa cárnica JBS SA, que creció rápidamente en los trece años en que el Partido de los Trabajadores estuvo al frente del Gobierno, en parte gracias a los créditos a bajo coste concedidos por el banco nacional de desarrollo.
Batista grabó una conversación en la que supuestamente discutía con Temer sobre la realización de unos pagos ilegales al encarcelado expresidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha, también miembro del PMDB, para convencerle de que no testificara en un caso de corrupción. Tres personas con conocimiento directo de la investigación han dicho que la información de ‘O Globo’ es cierta.
Estas acusaciones son la última parte de una investigación desarrollada desde hace tres años sobre los sobornos pagados por las principales empresas constructoras de Brasil para conseguir contratos con la estatal Petrobras y con otras firmas públicas.
De acuerdo con la Constitución brasileña, un presidente sólo puede ser investigado por los actos cometidos durante el ejercicio de su mandato, y la supuesta obstrucción a la Justicia, según O Globo, fue realizada por Temer el pasado marzo.
Temer está en el poder desde mayo de 2016 y de forma efectiva desde el 31 de agosto, cuando Rousseff fue destituida por el Congreso en el marco de un juicio político por el maquillaje de las cuentas públicas.
El presidente, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño, reconoció la víspera que se reunió en marzo con el empresario de la compañía JBS, pero negó que comprara silencio de Cunha, expresidente de la Cámara de Diputados.
«El encuentro con el empresario Joesley Batista ocurrió a comienzos de marzo, en el Palacio de Jaburu, pero no hubo en el diálogo nada que comprometiese la conducta del presidente de la República», añadió en su nota.
Temer señaló que «defiende la amplia y profunda investigación para apurar todas las denuncias publicadas por la prensa» que responsabilice a los «eventuales implicados en cualquier ilícito que sea comprobado»
Entre Noticias/Agencias