Continúa huelga de hambre de presos palestinos en cárceles de Israel

“Israel ha establecido un apartheid judicial que garantiza la impunidad para los israelíes que han cometido delitos contra los palestinos y que criminaliza la presencia de la resistencia palestina”, sostuvo el líder palestino Marwan Barghouti desde la cárcel donde ha estado encerrado los últimos 15 años.

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Marwan Barghouti cumple cinco cadenas perpetuas impuestas por un tribunal de Israel por la participación -algo que él niega- en emboscadas que causaron la muerte de ciudadanos israelíes.

La protesta denominada “Libertad y Dignidad”, inició el 17 de abril teniendo como propósito mejorar las condiciones de reclusión y dar fin a las detenciones administrativas de parte del gobierno israelí. En aquella fecha, el Día de los Prisioneros palestinos, el líder del partido Al Fatah, Marwan Barghouthi, dio inicio a la protesta desde el interior de la cárcel en la que se encuentra detenido desde hace 15 años, condenado por terrorismo y asesinato durante la llamada Segunda Intifada, el levantamiento palestino que se llevó a cabo del año 2000 al 2005.

La detención administrativa es una medida utilizada por las autoridades israelíes para detener a una persona por tiempo indefinido sin presentar cargos formales en su contra ante un tribunal.

Desde la cárcel israelí de Hadarim, Barghouthi encabeza la realización de una huelga de hambre en la que participan más de un millar de presos palestino, logrando que el mismo día que comenzaba la huelga el diario estadounidense The New York Times publicara un artículo de su autoría denunciando «los abusos» que sufren los presos palestinos.

«Israel ha establecido un apartheid judicial que garantiza la impunidad para los israelíes que han cometido delitos contra los palestinos y que criminaliza la presencia de la resistencia palestina. Los prisioneros sufren torturas, tratos degradantes e inhumanos y falta de asistencia médica, algunos han muerto durante su detención». Décadas de experiencia han demostrado que el inhumano sistema de ocupación colonial y militar de Israel tiene como objetivo destruir la voluntad de los presos y de la nación a la que pertenecen, infligiendo sufrimiento a sus cuerpos, separándolos de sus familias y comunidades, utilizando medidas degradantes para forzar la subyugación. A pesar de este tipo de trato, no nos rendiremos. (Marwan Barghouthi)

 
Las autoridades de Israel respondieron asegurando que «no negociarán» con los presos que están en huelga de hambre.

«Son terroristas y asesinos encerrados que reciben el castigo que se merecen y no tenemos razones para negociar con ellos». (Ministro israelí de Seguridad Interior, Gilad Erdan)

 
Para el Jerusalem Center For Public Affairs, Barghouti ha sido presentado por los medios como líder unificador del pueblo palestino, cuando en realidad «es responsable del asesinato de civiles».

Los observadores dicen que el juicio contra Marwan Barghouti constituyó el momento más relevante de su carrera política y le permitió ubicarse entre las figuras más sobresalientes de la dirigencia palestina.

Otra versión muy diferente a la de Israel sobre los presos palestinos en huelga de hambre en cárceles de Israel, es la que ofrece Valitsia Langer, Presidenta Honorífica de la Alianza Europea de Solidaridad con los Prisioneros de Palestina en Israel, según ha publicado Palestina Libre.

«Hago un llamado aa la comunidad internacional y a la humanidad, a intervenir para salvar la vida de los prisioneros palestinos que realizan una huelga de hambre. Más de 1500 prisioneros viven con agua y sal. Sus demandas son justas y acordes a las Convenciones y las Leyes Internacionales». Hago un llamado al gobierno alemán y al Parlamento Europeo para que presionen y exijan al gobierno israelí respeto el Derecho Internacional y la Convención de Ginebra. Los llamo a que no se mantengan en silencio, a que se manifiesten contra esta represión, su silencio los convierte en cómplices y partícipes de semejantes crímenes».

 
Al momento de comenzar la actual huelga, según diferentes publicaciones, había en esas cárceles 6.500 prisioneros palestinos, alejados de sus familias porque Benjamín Netanyahu los recluye lejos de Nablus o Ramallah y otras ciudades cisjordanas. Así se violan los derechos humanos porque la IV Convención de Ginebra, en su Artículo 76, obliga a la potencia ocupante a mantener a las personas presas de la población ocupada en los territorios ocupados hasta que cumplan la pena impuesta. También se dificulta la visita de sus familias que tienen que atravesar los checkpoint de los soldados de Israel.

Video de EFE publicado el pasado 18 de abril

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