Trump condenó la violencia de «muchos, muchos bandos», pero evitó referirse explícitamente a la extrema derecha, organizadora de la marcha racista.
En una breve comparecencia, Trump, reprobó los violentos hechos ocurridos en Charlottesville, sede de la Universidad de Virginia, situada a algo más de 300 kilómetros al suroeste de Washington.
“Condenamos en los términos más contundentes esta atroz muestra de fanatismo, racismo y violencia por múltiples partes”, indicó Trump en una declaración desde Bedminster (Nueva Jersey, EU), donde pasa sus vacaciones de verano.
Uno de los fallecidos se produjo después de que un vehículo arrolló a un grupo de manifestantes críticos de los supremacistas blancos que caminaban por la calle. Según la policía, haciéndolo de manera premeditada.
Las autoridades estadounidenses han acusado formalmente de asesinato en segundo grado a James Alex Fields Jr., de 20 años y natural de Ohio, como el presunto autor del atropello.
«El odio y la división deben detenerse, y deben detenerse ahora«, dijo Trump. «Tenemos que unirnos como estadounidenses con amor a nuestra nación y verdadero afecto«.
Pero en ningún momento mencionó Trump a los supremacistas blancos, nacionalistas blancos o grupos como el Ku Klux Klan y los neonazis, cuya participación en el evento, con su retórica inflamatoria preñada de división y de odio, precipitaron numerosas escaramuzas violentas antes. Tampoco llamó a la violencia «terrorismo», reclaman diferentes voces al presidente estadounidense. Republicanos y líderes afroamericanos calificaron como «fracaso de Trump» el no haber culpado directamente a los supremacistas blancos en Charlottesville.
El senador republicano por Colorado, Cory Gardner, le pidió decir las cosas por su nombre.
«Señor presidente, debemos llamar al mal por su nombre», afirmó Gardner, y añadió: «Fueron supremacistas blancos y fue terrorismo doméstico«, dijo en relación a los incidentes.
Por su lado el Senador Orrin Hatch, R-Utah escribió en su cuenta de Twitter: «Mi hermano no dio su vida luchando contra Hitler para que las ideas nazis dejen de ser enfrentadas aquí en casa«.
We should call evil by its name. My brother didn't give his life fighting Hitler for Nazi ideas to go unchallenged here at home. -OGH
— Senator Hatch Office (@senorrinhatch) 12 de agosto de 2017
Los incidentes han confirmado diferentes advertencias y señalamientos sobre el auge de las tesis ultraderechistas en determinados estratos sociales de Estados Unidos. Varios observadores han asegurado que la elección de Trump para la Casa Blanca abrió la caja de Pandora, dando nuevas energías a la extrema derecha por todo el país.
El Southern Poverty Law Center, una organización por los derechos civiles, ha señalado que «la carrera electoral de Trump electrificó a la derecha radical, viendo en él a un verdadero campeón de la idea de que EU es fundamentalmente un país de hombres blancos».
Algunos legisladores y líderes de derechos civiles han de hecho culpado a los conocidos líderes de alt-right que rodean a Trump de haber encendido el odio racial en el país.
El presidente interino de la NAACP, Derrick Johnson, instó a Trump a despedir al estratega Steve Bannon, a quien llamó un «supremacista racial conocido».
«El ambiente que ha sido creado por esta administración provocó los incidentes que han ocurrido durante las últimas 48 horas», dijo Johnson.
«Donald Trump no tiene credibilidad para influir en calmar los ánimos en asuntos de disturbios raciales«, dijo Vanita Gupta, presidenta y directora ejecutiva de la Conferencia de Liderazgo sobre Derechos Civiles y Humanos y ex directora de la división de derechos civiles del Departamento de Justicia de Barack Obama .
Entre Noticias/Agencias