Empresas como Exxon Mobil y Valero Energy han cerrado sus instalaciones en la zona y evacuado a los trabajadores.
Goldman Sachs estima que el huracán ha aniquilado la capacidad de refinar 3 millones de barriles diarios, o alrededor del 17%, de capacidad de refinación, lo que probablemente aumentará el nivel general de los inventarios de crudo en los próximos dos meses.
El cierre de las refinerías está causando estragos en los mercados energéticos por lo que extensas áreas a lo largo de la costa del golfo no tendrán acceso a las gasolinas en varios días o semanas. Las que sí tengan gasolina, verán largas filas, precios altos y el agotamiento del combustible, según reportan medios financieros estadounidenses.
El diario mexicano La Jornada reporta que Harvey podría provocar escasez de combustible en América Latina después de que se paralizara la producción de gasolina estadounidense y las exportaciones de diésel, que están destinadas a países como México.
CNBC reporta que los precios de la gasolina han subido a niveles máximos en dos años, mientras la tormenta tropical Harvey seguía golpeando la costa del Golfo destruyendo varias refinerías que respaldaban el suministro de crudo y perjudicando la producción de combustible.
Texas es la sede de una capacidad de refinación de 5,6 millones de barriles por día, mientras Louisiana cuenta con una capacidad de 3,3 millones de barriles refinados diariamente. Se estima que cerca de 3 millones de barriles diarios de esa capacidad han sido aniquilados por Harvey.
Estados Unidos es el mayor exportador neto de combustible del mundo y la mayoría de esos envíos salen desde puertos de Texas y Louisiana. Harvey cerró las terminales de Corpus Christi y Houston en Texas, las principales para combustible.
Reflexión Entre Noticias
Entre otras cosas, ‘Harvey’ le ha venido a recordar a México su bochornosa dependencia energética. Pese a ser un país petrolero, México depende cada vez más de las importaciones de gasolinas, diesel, gas natural y gas LP, para abastecer su demanda doméstica, ya que la producción nacional es cada vez más insuficiente.
Según datos de la Secretaría de Energía (Sener) y Petróleos Mexicanos (Pemex), al cierre del año pasado, 61.4% de las gasolinas que se venden en México son de importación, es decir, seis de cada 10 litros provienen del extranjero, situación que se ha agudizado desde 2007.
Entre Noticias/Agencias