El clima era de festejos, con cientos de banderas verdes, blancas y rojas, los colores del Kurdistán, y fuegos artificiales. Esto a pesar de que la comunidad internacional no apoya el referéndum.
El campo a favor de la independencia del Kurdistán iraquí salió a las calles el sábado 16 de septiembre, a solo días del referéndum que decidirá el futuro de la unión de Irak o la creación de un nuevo estado.
El clima era de festejos, con cientos de banderas verdes, blancas y rojas, los colores del Kurdistán, y fuegos artificiales. Esto a pesar de que la comunidad internacional no apoya el referéndum. La Casa Blanca exigió su suspensión mientras que el gobierno iraquí lo calificó de provocador, desestabilizante y contrario a la Constitución.
Los dirigentes kurdos afirman que una victoria del «sí» no conduciría a un anuncio inmediato de la independencia pero permitiría iniciar, en posición de fuerza, nuevas negociaciones con el gobierno de Bagdad.
El viernes el parlamento kurdo, con sede en Erbil, la capital del Kurdistán, aprobó la realización del referéndum a pesar de las protestas de la comunidad internacional.
El presidente kurdo, que insistió en la independencia como «única» opción dejada a los kurdos, se comprometió a responder «rápidamente».
El Kurdistán iraquí dispone desde 1991 de una autonomía que ha sido ampliada a lo largo de los años.
El referéndum también preocupa a países vecinos como Turquía o Irán, que temen que aliente las veleidades separatistas de sus propias minorías kurdas.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan reaccionó asegurando en televisión que la celebración de un referéndum «es una cosa muy, muy mala».
«Si se atreven a declarar un estado independiente, no todo el mundo lo va aprobar», añadió. El Consejo de Seguridad turco tiene previsto reunirse el 22 de septiembre para adoptar una posición oficial.
Entre Noticias/Agencias
