¿Estamos ante los síntomas de la cosificación de la mujer, del hombre y de la sexualidad en general, en una sociedad devorada por el consumismo?
El nombre de Charlie Rose, respetada figura de la pantalla chica estadounidense, se une así a la lista de personalidades de la política, el espectáculo y los medios denunciados por conducta sexual inapropiada, que oscilan entre el acoso y la violación, desde que surgieran las acusaciones en contra del productor de Hollywood Harvey Weinstein, quien fuera por cierto una de las principales fuentes de recaudación de donativos de Barack Obama, y cuyo escándalo fue revelado originalmente gracias a las denuncias de la actriz Rose McGowan, quien acusó también al Director de Amazon Jeff Bezos, propietario del diario The Washington Post y catalogado hace unos meses como el hombre más rico del mundo, de promover la pedofilia.
Llama poderosamente la atención, dicho sea de paso, que la cuenta de Twitter de Rose McGowan haya sido suspendida, habiendo sido víctima además del espionaje de ex agentes del Mossad israelí contratados por Harvey Weinstein para tratar de tapar sus aberraciones sexuales.
Pero volviendo al caso de Charlie Rose, la cadena pública PBS anunció ayer lunes que suspendía inmediatamente el programa y denunció, a través de un portavoz, «acusaciones profundamente inquietantes».«Charlie Rose está suspendido inmediatamente mientras averiguamos el asunto», reaccionó CBS News también el lunes, subrayando en un comunicado que toma «muy seriamente» las acusaciones. Un día después, ha comunicado el despido del presentador.
Las ocho mujeres evocan, entre los comportamientos que reprochan al periodista de 75 años, llamadas telefónicas obscenas y manoseos, y dos afirman que Rose se mostró desnudo frente a ellas.
«Es esencial que estas mujeres sepan que las escucho y que siento profundamente haber tenido esta conducta inapropiada. Estoy enormemente avergonzado», respondió Rose en un comunicado publicado en Twitter.
«Siempre pensé que los sentimientos eran compartidos, aunque ahora me doy cuenta de que estaba equivocado», añadió. Las ocho mujeres -cinco de ellas declararon de manera anónima- afirman que los supuestos hechos ocurrieron desde los años 90 hasta 2011. Tenían entre 21 y 37 años al momento de lo acontecido.
My statement in full. pic.twitter.com/3kvFrqF2dT
— Charlie Rose (@charlierose) 20 de noviembre de 2017
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