El programa fue activado por primera vez en marzo de 2001 como parte de una respuesta humanitaria ante dos devastadores terremotos.
Estados Unidos concedió permisos de forma extraordinaria a los salvadoreños después de los graves terremotos de enero y febrero de 2001 en el llamado «pulgarcito de América».
“Basada en una cuidadosa consideración de la información disponible (…) El Departamento de Seguridad Interna determinó que las condiciones originales causada por el terremoto de 2001 ya no existen”, por ello, “la actual designación de TPS (para los salvadoreños) debe ser extinta”, ha anunciado un alto funcionario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés).
El DHS ha divulgado una nota de prensa en la que detalla que Washington ha deportado a El Salvador a más de 39.000 ciudadanos salvadoreños en los últimos dos años.
“Eso demuestra la incapacidad mostrada por El Salvador para repatriar adecuadamente a sus nacionales después de que las consecuencias de los terremotos fueron atendidas”, dice el texto.
“Lo que estamos viendo es parte de la estrategia y política del gobierno de Donald Trump de seguir atacando a la comunidad inmigrante y desuniendo a nuestras familias”, dijo a la cadena Univisión Gustavo Torres, director ejecutivo de CASA de Maryland.
Desde el inicio de su campaña por la presidencia, a principios de junio del 2015, Trump amenazó con deportar a todos los indocumentados que viven en el país y con cancelar todo tipo de programa que les conceda beneficios de permanencia, entre ellos el TPS y DACA.
Entre Noticias/Agencias