Es poco probable que Trump pueda confiar en una robusta agenda legislativa para revertir esas cifras en 2018.
El discurso del Estado de la Unión representa también el inicio del segundo año de la presidencia de Trump y es por tradición la mayor plataforma de los mandatarios para hablar ante el país. Sin embargo, Trump ha redefinido las comunicaciones presidenciales con su cuenta de Twitter, una fuente acelerada y sin filtro, y no hay garantía de que el discurso cuidadosamente elaborado vaya a resonar más allá de su siguiente tuit.
Trump se mantuvo callado en Twitter el martes, mientras la Casa Blanca buscaba enfocar su atención en el esperado discurso presidencial ante una sesión conjunta del Congreso y millones de estadounidenses que lo verán desde sus casas por televisión e internet.
Autoridades de la Casa Blanca tienen esperanzas de que el mandatario pueda usar el discurso que se trasmitirá en hora estelar para acreditarse la mejora registrada en la economía. Aunque la trayectoria de un menor desempleo y mayor crecimiento comenzó con su antecesor, Trump argumenta que la reforma fiscal que promulgó el año pasado ha aumentado la confianza de las empresas y que hará que las compañías reinviertan en Estados Unidos.
Considerando el estado de la economía, Trump estará frente a los legisladores en una posición notablemente débil. Sus niveles de aprobación han rondado el 30% gran parte de su presidencia y al cierre de 2017, solo 3 de cada 10 estadounidenses opinaban que Estados Unidos iba en la dirección correcta, de acuerdo con una encuesta de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research. En el mismo sondeo, 67% de los estadounidenses consideraron que el país estaba más dividido debido a Trump.
Es poco probable que Trump pueda confiar en una robusta agenda legislativa para revertir esas cifras en 2018. El Congreso no ha logrado un acuerdo tan básico como el de financiar al gobierno lo que provocó que el gobierno cesara labores brevemente hace unos días y que sólo quedó resuelto con un arreglo de corto plazo que recorrió hasta el 8 de febrero el plazo para definir el gasto.
La primera dama Melania Trump, quien últimamente ha estado fuera de los reflectores, estará presente en el discurso del martes, dijeron en la Casa Blanca.
La primera dama será muy observada. A principios de mes, el diario The Wall Street Journal reportó que el abogado del presidente había arreglado un pago a una estrella porno, Stormy Daniels, para evitar que la actriz hablara de una supuesta relación extramarital en 2006 con el futuro presidente.
El 13er aniversario de bodas de la pareja pasó sin comentarios públicos la semana pasada y la señora Trump anunció abruptamente que no viajaría con su esposo a una cumbre económica la semana pasada en Davos, Suiza.
Discurso entre protestas
Los inmigrantes, invitados por diversos legisladores demócratas, se habían beneficiado de un programa que los protegía de la deportación y que fue aprobado bajo la presidencia anterior de Barack Obama. Pero el año pasado Trump anuló dicho programa, conocido como DACA, y le exigió al Congreso encontrar una solución.
Entre los legisladores demócratas que invitaron a los llamados “dreamers” están Nancy Pelosi y Steny Hoyer.
Uno de los invitados es Karen Bahena, una estudiante de enfermería de San Diego, y Nicolle Uria, una estudiante de secundaria de Virginia que fue traída a Estados Unidos cuando tenía apenas un año de edad. Bahena viene invitada por el legislador Scott Peters (California) y Uria por el congresista Gerry Connolly (Virginia).
“Este es el único país que ella ha conocido, y a través de su trabajo voluntario, ha mejorado nuestra comunidad”, expresó Connolly.
El representante republicano Kevin Cramer (Dakota del Norte), también utilizará un invitado para expresar un mensaje sobre la inmigración aunque refleja la tendencia política contraria: invitó a Tommy Fisher, presidente de una compañía que ganó un contrato para construir un prototipo de un muro a ser construido en la frontera entre Estados Unidos y México.
“En estos tiempos en que nuestro Congreso debate leyes sobre la inmigración, es mi orgullo que una empresa de Dakota del Norte haya sido una de las finalistas para construir un muro entre nuestra nación y México”, dijo Cramer.
Varias legisladoras demócratas planean emular lo hecho por celebridades durante la gala de los Globos de Oro y vestir de negro en señal de protesta durante el discurso del Estado de la Unión.
Las acusaciones de acoso sexual han tenido un gran impacto en Capitol Hill en los meses recientes. Han forzado a renuncias y retiros de demócratas y republicanos, también ha dado pie a una investigación por parte del Comité de Ética.
“Vestir de negro en el discurso del Estado de la Unión no tiene que ver con Trump”, dijo la representante Lois Frankel, demócrata por Florida en redes sociales. “Se trata de mostrar solidaridad con un movimiento que va desde los hoteles hasta los campos de cultivo, y hasta el Congreso. Estamos apoyando a las empleadas a poner fin al acoso sexual en los lugares de trabajo”.
Al mismo tiempo, al menos cinco legisladores demócratas han anunciado que no asistirán al evento: Earl Blumenauer, de Oregon; Pramila Jayapal, de Washington; John Lewis, de Georgia; Frederica Wilson, de Florida y Maxine Waters, de California.
“En lugar de escuchar otro discurso destructivo y divisivo de Trump, este año no asistiré al evento anual en el Congreso”, dijo Blumenauer en un comunidado.
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