California es el estado más rico de Estados Unidos, el más poblado y el que más inmigrantes tiene, ya sean documentados o indocumentados.
«Si alguna vez dijéramos, dejemos que California lo haga por sí misma, en dos meses nos suplicarían que regresemos», dijo el presidente durante una reunión sobre seguridad en la Casa Blanca.
«Quiero decir, francamente, si quisiera sacar a nuestra gente de California, tendrían un desastre criminal como el que nunca han visto en California», afirmó el mandatario. «Están haciendo un pésimo trabajo administrativo, tienen los impuestos más altos del país y no saben lo que está sucediendo».
Esta nueva amenaza de Trump fue lanzada en una reunión originalmente planteada para enfrentar la grave problemática de la violencia con armas de fuego en las escuela del país. Justo en la misma reunión en la que el presidente propuso que se les proporcionaran armas a los profesores.
En octubre de 2017 el gobernador de California Jerry Brown firmó 11 leyes que promueven la protección de los inmigrantes, ya sean estudiantes, inquilinos o trabajadores. Entre ellas promovió una medida para que indocumentados sean elegibles para recibir ayuda financiera y un pago de matrícula similar al que tiene el resto de los estudiantes del estado. Pero el Departamento de Justicia ha amenazado con negarle millones de dólares en asistencia federal a las ciudades que se nieguen a compartir datos sobre migrantes, siendo parte fundamental de la política de Trump de poner en jaque a las ciudades que se resisten a hacer cumplir las leyes federales de inmigración.
Entre Noticias/Agencias