Gina Haspel ha contado durante su carrera con el firme apoyo de altos funcionarios de la administración del expresidente Obama.
La revista The New Yorker reportó lo siguiente en febrero de 2017:
«Haspel era alta funcionario que supervisaba un programa secreto de la CIA que sometía a decenas de sospechosos de terrorismo a interrogatorios salvajes, incluyendo privación del sueño, meterlos en ataúdes y simulacro de ahogamiento en el agua. En 2002, Haspel estaba entre los oficiales de la CIA presentes en el interrogatorio de Abu Zubaydah , un sospechoso de pertenecer a Al Qaeda que fue torturado brutalmente al grado de que en un momento dado pareció estar muerto».
Más adelante, Haspel ordenó la destrucción de videos de la tortura de Zubaydah, según la senadora Dianne Feinstein, demócrata integrante del Comité de Inteligencia del Senado.
Pero la participación de Haspel en el programa de tortura fue la norma para los funcionarios de alto rango de la CIA durante las administraciones de Bush y Obama, señala un ex funcionario de inteligencia que habló con el portal de noticias en inglés AlterNet bajo condición de mantener su anonimato.
John Brennan, quien fuera director de la CIA en la administración del presidente Obama, se desempeñó como subdirector ejecutivo de la agencia y tuvo conocimiento de «todos esos mismos informes sobre los agujeros negros y la destrucción de cintas», dijo el ex funcionario, y agregó: «Ella (Gina Haspel) no fue la autora intelectual del programa».
Cuando Haspel fue nombrada subdirectora de la CIA en febrero de 2017, recibió el respaldo de una serie de ex funcionarios , algunos de los cuales han sido fuertes críticos del presidente Trump.
El ex director de la CIA Michael Hayden dijo que Haspel era una «una gran elección». El ex director interino Mike Morrell, que trabajó estrechamente con Haspel desde 2006-2013, la describió como «simplemente excepcional». … Ella hace las cosas de una manera tranquila, pero efectiva, y permanece tranquila bajo fuego».
La CIA justificaba ese programa reiteradamente, ante el Departamento de Justicia y ante el Congreso de los Estados Unidos, como una manera de conseguir informaciones que, de otra forma, serían «inalcanzables» y gracias a ello «desbaratar complots terroristas y salvar miles de vidas». «¿Era eso realmente cierto? La respuesta es no», afirmaron funcionarios que participan en la elaboración de este informe.
Para que Gina Haspel sea confirmada en el cargo, su designación tiene que ser aprobada por el Senado, lo que la obligará a tener que testificar ante el Comité de Inteligencia de la Cámara Alta y dar por primera vez explicaciones públicas sobre su papel en las torturas y la guerra sucia contra el terrorismo. La confirmación se da por hecho, ya que los republicanos cuentan con la mayoría simple necesaria en el senado.
Entre Noticias/AlterNet