Imagen de una de las protestas realizadas frente a Televisa por integrantes del movimiento #YoSoy132. Uno de ellos el autor del texto, Eliasib David, junto a Rubén Luengas cubriendo para televisión lo ocurrido tras aquel cuestionado proceso electoral.
¿Y si López Obrador sufre un atentado?, ¿Y si los otros candidatos, o el mismo Enrique Peña Nieto declina a favor de Ricardo Anaya?, ¿Y si Anaya es quitado del mapa político por alguna de las acusaciones en su contra? Estas son algunas de las dudas que han pasado en más de una ocasión por nuestra mente. Este escrito te puede parecer largo, pero te invito a no contagiarte de la flojera que parecen tener algunos actores políticos por la lectura, desde aquí te invito a ser diferente.
La gran mayoría de los analistas coinciden en que estas elecciones serán históricas, y esto, debido a la serie de factores que han venido construyendo el escenario de uno de los derechos constitucionales más importantes del ciudadano mexicano: votar y ser votado. En esta próxima elección, no sólo se tendrá la oportunidad de consolidar el ejercicio tanto legal como legítimo de la democracia, sino también, la de reforzar las instituciones, la madurez política colectiva, la alternancia; todo esto encaminado necesariamente a la unidad nacional y al bien común. Sin embargo, el clima social-político es delicado, es un rompecabezas que requiere de una mira global (más allá de los colores) para su mayor entendimiento.
Entre la provocación divisiva de militantes, la incitación tanto al miedo como a la aversión de ciertos candidatos, la apología del delito de algunas figuras públicas, el hartazgo del pueblo, la difusión de información falsa, los escándalos políticos, las sorpresivas alianzas, el bombardeo mediático y el debilitado tejido social, es necesario señalar algunos puntos. Esto, sin duda, será tremendamente útil sobre todo para el electorado joven que se niega a votar bajo mera influencia familiar o mediática.
Empezando por el PRI, bajo la lupa del discernimiento podemos señalar que el gobierno de Peña Nieto deja muchos huecos, muchos deseos frustrados. La actual poca aceptación de la gente hacia el candidato, la burla que comenzó siendo desde la Feria Internacional del Libro por no poder citar tres fuentes de su agrado, la mancha indeleble de credibilidad hacia su gobierno, son tan sólo ejes que hacen ver lo que algunos mencionan como un “Estado casi fallido”.
Este gobierno priista, mismo que respalda al actual candidato José Antonio Meade, es el que nunca aclaró ni dio paz a los padres de familia de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, el que se tuvo que disculpar por el escándalo de La Casa Blanca (entre otros tantos casos carentes de transparencia), es el gobierno que termina con más muertes que las que dejó Felipe Calderón (102 mil muertes de su fallida narco guerra de acuerdo al INEGI). Esta administración priista deja un preocupante incremento en la deuda pública, un alza en servicios, y no olvidemos que, la promesa de no subir la gasolina, terminó siendo todo lo contrario, como tantas promesas más que apuestan a la ingenuidad resultante de la falta de memoria histórica-política. Este gobierno, según el Coneval, deja a más de 60 mil nuevos pobres, más de 700 mil personas con pobreza o vulnerabilidad, más de 1 millón 700 mil personas vulnerables por ingreso. ¿Y que decir del triste récord en feminicidios?
No, José Antonio Meade no es un “candidato ciudadano” libre de ataduras priistas, como gente crítica y pensante que somos, no podemos pasar por alto el partido que lo respalda, no debemos ignorar el hecho de que 11 dependencias estuvieron involucradas en el desvío de recursos públicos (al estilo del entonces priista Javier Duarte, quien ahora está preso). No es sano dejar tal “Estafa Maestra” en el olvido, porque una de esas dependencias involucradas, fue SEDESEOL, y quien estaba a cargo de tal secretaría era José Antonio Meade. Tal parece que a Meade se le van de largo cosas importantes, como el título de su libro que, sin afán de generar burla, dice que va a publicar próximamente. Por cierto, toda obra siempre tiene un título tentativo, no conozco a escritor que esté a punto de publicar una obra y no recuerde el nombre de ésta.
Pasando al PAN-PRD-Movimiento Ciudadano, resulta verdaderamente inverosímil el hecho de que habiendo sido el PAN el partido que golpeteó al PRD en pasadas elecciones, generando distinción y polarización entre los votantes, ahora se hayan aliado a su pasado contrincante. Hago mención de esto porque muchos nuevos votantes desconocen que PAN y PRD eran acérrimos adversarios, claro, esto sucedió cuando López Obrador era la pieza fuerte del perredismo, antes de que surgiera el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el nuevo partido de la izquierda mexicana.
El candidato Ricardo Anaya muestra aparente preparación en su discurso, pero carece de cualquier respaldo sólido en su carrera política, basta con ver videos en donde él está hablando de lo prósperas que serían las reformas aprobadas por el Congreso para el país y sus actuales declaraciones donde culpabiliza a esas mismas reformas de los daños que han perjudicado tanto a México. Anaya ha acusado a Peña Nieto de usar a la PGR en su contra debido a su aparente relación en un escándalo que engloba: empresas fantasmas, la compra de una nave industrial y lavado de dinero. Este es un caso que aún no está cerrado, ya que, en Madrid, El Banco de España y El Servicio Ejecutivo de la Prevención de Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias, tiene abierta una línea de investigación relacionada con el esquema de “blanqueo de dinero”. Llama la atención que Ricardo Anaya diga que el caso está cerrado cuando realmente sigue siendo investigado en otro país, además de que el testimonio de su propio chofer da suficientes pistas para preocupar a cualquier lector objetivo.
Otros aspectos que deben ser analizados del joven candidato son: que, al haber modificado los estatutos de su partido, muchos panistas se pusieron en contra de su auto impuesta candidatura, entre ellos, Felipe Calderón, quien tilda a Anaya de “deshonesto”. Preocupa que misma gente de su partido lo defina como un actor político que traiciona a su gente, y esto no lo digo con afán de generar una percepción particular sobre Anaya, sino porque hay que leer entre líneas cuando declaró “estoy absolutamente abierto a construir con quienes haya que construir para ganar esta elección y darle viabilidad al futuro del país”. Anaya es un joven ambicioso, por ello, nuevamente apelando a la objetividad, no hay que ignorar el descontento de muchos ex integrantes de su partido, sus declaraciones y el hecho de que verificado ha comprobado que Anaya ha falseado información contra el candidato puntero, esto es inaceptable porque confunde al votante. Por si fuera poco, quienes lo contradicen, inmediatamente él los confronta de la manera menos diplomática, mostrando riesgosos rasgos de autoritarismo e intolerancia, es por ello que mencionaba que carece aún de la templanza y auto gestión emocional que debe tener un candidato.
Para finalizar con Ricardo Anaya y pasar a la fase final del artículo, sólo hay que observar que varias de sus propuestas son iguales a las del candidato López Obrador. Sin embargo, el modelo económico que él representa, no es un modelo que vaya a beneficiar a la gente en condición de pobreza a lo largo del país. Está bien que Anaya hable de excelente forma inglés, que haga buenas exposiciones (aunque esté también comprobado que una de sus conferencias es casi idéntica en muchas partes a las de Tony Seba y Peter H. Diamandis), todo eso es positivo, pero, se necesita de un candidato cuya veracidad no esté en entre dicho por investigaciones legales en curso o por las declaraciones de la misma gente que militó en su partido.
Andrés Manuel López Obrador, es quien tiene más oportunidad de ganar la futura elección, y en mi percepción personal, habiendo seguido sus altas y bajas desde hace 15 años, realmente considero que entre los aciertos y desatinos que ha tenido, es la única opción que puede inyectarle un nuevo horizonte al país y no dejarlo que muera en un sistema político que lleva más de 70 años demostrando que las promesas distan mucho de la realidad. Muchos votantes han sido víctimas de las propagandas del miedo, por ejemplo, la de “López Obrador es un peligro para México” a cargo del consultor Antonio Solá, mismo que ya ha señalado en muchas ocasiones que “No es ya algo vigente, López Obrador ha evolucionado mucho”. Otra de ellas es el tema de Venezuela, mismo AMLO ha repetido no haber conocido al finado Chávez, no tener nada que ver con su gobierno y aceptar que están en una lamentable crisis. De cualquier modo, basta un poco de comparativa histórica para entender que AMLO no proviene de una formación militar, que su modelo económico no hace en absoluto alusión a la extinción de las clases sociales (comunismo), que su diálogo no busca ninguna rivalidad con E.U.A sino renegociación de tratados, entre otras tantas cosas más.
López Obrador en sus mítines es rápido, en algunas entrevistas es lento, a muchos no gusta por su acento de tabasqueño, pero así como no hay que creer que un candidato es ideal por hablar bien, no hay que caer en la visión superficial o discriminatoria de que un candidato sería malo por su oratoria o porque simplemente no habla inglés. Lo que se debe enfocar de AMLO, es: ¿Por qué los personajes y partidos que han contribuido a la fractura económica, social y política del país, son los que están tan interesados en que AMLO sea visto como un peligro para la gente? AMLO es apoyado por empresarios que pocas veces las noticias dan fe de ello, es aceptado por una amplia gama de intelectuales, analistas e investigadores, aunque los medios luego se ocupen de las pocas opiniones en contra de ciertas figuras públicas. El gabinete de López Obrador, es un gabinete sumamente preparado, a pesar de que quieran ensuciarlo mediáticamente con el caso de Urrutia para el senado, quien se ha dicho en varias ocasiones que fue un perseguido por el sistema. Las propuestas de AMLO son viables, comprobadas, tanto, que realmente dio resultados positivos como jefe de gobierno, considerado como el segundo mejor alcalde del mundo por la fundación inglesa City Mayors.
Por último, sólo puedo decir que, si se hace una coalición a favor de Anaya, comprobaría la existencia del famoso PRIANRD de algunos analistas. Si se llega a procesar legalmente a Anaya, sólo hablaría de la poca base del partido para generar candidatos opositores realmente fuertes. Y, si se consumara un atentado contra la vida de Andrés Manuel, sería apostar al caos social, la violencia, la represión, y nuevamente a la simulación de la democracia con transiciones premeditadas. Esto último sería desastroso para la democracia del país, además de que sería una noticia terrible y triste. Como ya he dicho: la muerte no debe tocar a ningún actor político, no debe desearse, los mexicanos debemos mostrar un alto nivel de consciencia, una “espiritualidad política” que salvaguarde los valores y virtudes, ya que son la única esencia que puede levantar y evolucionar a cualquier humano, a cualquier pueblo, a cualquier estado, a cualquier país.
Mexicana, mexicano, hermanos todos, necesitamos pensar sin colores, sin fanatismo, sin miedo. Es nuestra responsabilidad pensar y actuar desde la cultura, la memoria histórica, el análisis comparado, la información veraz y verificada. En esta elección, podemos dar un salto como sociedad, una cosa es que entre nosotros difiramos en opinión, que mostremos creatividad y humor, y otra, que peleemos, que nos insultemos, que escupamos la frustración, miedo y violencia que ya estaban en el interior so pretexto de las elecciones. Esta elección va a necesitar de nuestro discernimiento, de madurez emocional, de que nos unamos en nuestras similitudes más allá de desangrarnos por nuestras diferencias. Esta elección es de vida o muerte, yo lo que deseo al igual que tú, es que muera la corrupción para que viva la honestidad, que muera la simulación para que viva la veracidad, que mueran las simples promesas para que vivan los hechos contundentes, que muera la violencia para que viva la paz. Deseo que viva México, sí, que viva para que revivan sus indígenas, sus empresarios, sus profesionistas, sus jóvenes, su bella gente.
Twitter: @YoSoyEliasib